Y llegó la última etapa del Anillo Vidio!! La cuarta etapa del trekking Anillo Vindio fue la más asequible de las cuatro. Solo 10 kilómetros nos separaban de cerrar el anillo. La única pega: la lluvia iba a hacer acto de presencia durante toda la mañana.
La etapa era muy sencilla. Un pequeño ascenso por un bosque sin ningún tipo de dificultad, a parte de la lluvia, y un descenso de unos 7 kilómetros de los cuales los últimos 4 aproximadamente serían por pista.
Todo el grupo decidió salir a la misma hora, por lo que iniciamos la etapa sobre las 8 y media. Incluso se unió a nosotros algún grupo más, con lo que partimos del refugio un grupo de unas 12 personas.
Como os comentaba, empezábamos subiendo. Algo menos de 2 kilómetros para subir unos 210 metros de desnivel. Luego un pequeño llaneo de 1,5 kilómetros, y empezamos a bajar. El primer kilómetro de bajada algo más pronunciado, que junto a la lluvia, al barro y a la vegetación, hizo que más de uno diese un pequeño resbalón. Pero a partir del kilómetro 4,5 se suavizo, hasta coger la pista que nos llevaba al pueblo de Posada de Valdeón. Incluso nos dejó de llover justo cuando alcanzábamos la pista.
En el grupo se notaba el sentimiento contradictorio. Por un lado la alegría de haber completado el trekking, pero por otro, la tristeza de separarnos de Patri, Fernando, Javier y el resto del grupo, con quien tan buenas migas habíamos hecho. Es lo que tiene este tipo de rutas. Al final lo mejor de todo es la gente con la que lo compartes.
La despedida de Patri y Fernando nos emociono, me atrevería a decir, a los cuatro. Sobre todo cuando Mire le regaló a Patri una pulsera de manualidades que vendía una de las niñas del refugio. ¡Que gran semana pasamos con vosotros chicos!
En el tintero se queda acompañar a padre e hija en el trekking de Carros de For, y quién sabe…? Tal vez consigamos convencer a Mire para irnos al Campo Base del Everest… 😉