Pues eso… Que a lo tonto, a lo tonto llevo más de un mes sin escribir… Buffff… Nunca antes había estado tanto tiempo sin publicar. Los motivos han sido varios. Desde falta de tiempo por un cambio de trabajo, hasta un aumento de los entrenos de cara al Ironman de Vitoria que sumados a ese cambio laboral, me hace tener muy poco tiempo para escribir. De todas formas, no es excusa, porque rascar 20 minutos para escribir algo, no debería ser problema.

Así que, sin más preámbulos, retomamos las buenas costumbres. Os cuento un poco donde estamos. Nada más y nada menos que a solo 5 semanas (37 días y 4 horas cuando escribo este artículo), del reto más importante de mi corta carrera deportiva: el Triatlón de Vitoria, con sus 3800 metros de natación, sus 180kms de bici y sus 42 kilómetros de carrera a pie, todo seguido (los neófitos en la materia piensan que se hace en días separados…).

Como no podía ser de otra forma, la natación simplemente la llevo. Ni bien, ni mal. Si tengo que decantarme, diría que mal. Pero bueno… Es cuestión de echarle tiempo. Si en lugar de hacerla en 1 hora 20 minutos, la hago en 1 hora 40 minutos, pues no pasará nada… No voy a ganar. Mi objetivo es terminarlo y disfrutarlo en la medida de lo posible.

Luego la bici. Ahí si llego con entreno. El problema que tendré en la bici es que serán unas 6 horas sin prácticamente dejar de pedalear y regulando al máximo. Un error en el ritmo de la bici puede acabar en un DNF (Did not finish) ya que luego lo pagas en la carrera a pie.

La carrera a pie será la gran incognita (por si la natación no lo era…), ya que nunca he corrido un maratón tras 180 kilómetros de bici… jejejeje. Lo que si es cierto, es que últimamente tengo problemas en la espalda al correr, sobre todo cuando lo hago el día después de hacer una tirada larga de bici. Espero solucionarlo en estas semanas, aunque tengo en solo 15 días el Half de Valencia, como prueba de fuego. En función de lo que pase en Valencia, veremos que pasará en Vitoria.