A lo tonto, a lo tonto estamos en febrero… Y en Barcelona ya huele a maratón. Sales a correr por la mañana o sales en bici y ves runners y más runners corriendo. Alguno solos, otros en grupo, por parejas… Los miras, y sabes que están planeando algo gordo, algo importante, algo que cambiará sus vidas… Van a correr un maratón.

Da igual si es el primero o si será el quinto… El maratón impone. Es cierto que la primera vez es la más complicada porque surgen muchas dudas y no sabes lo que se te viene encima, pero es que las siguientes veces, te pasa lo mismo, aunque en estas ocasiones es porque si sabes lo que te espera.

A estas alturas del calendario ya llegan las medias maratones, ideales para probar ritmos, probar los geles y sobre todo para ver en que estado de forma estamos. Coinciden con las tiradas largas de los domingos, previas a la tirada de 30 o 32 kilómetros antes de comenzar con el periodo de «tappering» que no es otra cosa que bajar la carga de los entrenos antes de la gran cita.

Las tiradas largas de 18 o 21 kilómetros son sumamente importantes por lo que comentábamos antes. Podemos probar ese ritmo que pensamos que será nuestro ritmo ideal para el «Día D» y podemos darnos cuenta de que tal vez es un ritmo demasiado ambicioso para nuestro objetivo. O al contrario, igual vemos que vamos sobrados y que podemos apretarle las tuercas a nuestras piernas.

Con los geles o las barritas lo mismo. Si vas a hacer el maratón en menos de 3 horas, tal vez te sirva con un par de geles, pero si tu maratón se prevé más largo, tal vez necesites algo más en tu organismo que unos simples geles. Frutos secos, barritas, gominolas, o incluso bocadillos.

Recuerda que se entrena mejor acompañado. Recuerda que si es tu primer maratón ha de ser especial (y lo será). Recuerda que los inventos solo con gaseosa. Pero sobre todo recuerda porque lo haces. Recuerda que lo haces porque te gusta, porque disfrutas y porque disfrutas sufriendo… Recuerda que lo haces porque te gusta correr.