Ayer tuvimos de nuevo carrera. Fue mi primera cursa desde el rescate de la Vuelta al Aneto. La carrera elegida por Mireya era el Trail de Bisaura, en Sant Quirze de Besora, a unos 70kms de Barcelona. La carrera está formada por varias distancias: 11 kilómetros, 21 kilómetros, 50 kilómetros y 80 kilómetros, denominadas según su distancia como S, M, L o XL respectivamente.

Los dorsales para la de 21 kilómetros ya no estaban disponibles y la de 50 kilómetros empezaba a las 6:30 horas, por lo que suponía una logística que no nos iba bien. La salida en bici del sábado era cita obligada en la agenda. Así que nos plantamos en la salida de la carrera con Roger a las 9:30 horas para correr la M. ¡Que gran acierto!

Nos encontramos con un recorrido perfecto, precioso, bien señalizado y con una organización de 10. En la parte alta del recorrido las vistas eran espectaculares. Podías ver casi todo el recorrido que habías completado de un vistazo. Los voluntarios volcados y centrados en hacer que los corredores disfrutasen de la carrera en los 6 avituallamientos que nos encontramos durante los 22 kilómetros que nos salieron en el GPS. 6 avituallamientos más el de meta, donde había absolutamente de todo, incluida una ración de pasta con tomate que nos sentó de fábula.

La distancia M tenía 1100 metros de desnivel positivo y algún tramo técnico en el que tenías que subir por una escalera y ayudándote de cuerdas fijas. En este tramo había voluntarios ayudando a los corredores a que pudiesen subir bien. El recorrido transcurre en parte por donde lo hacía la desaparecida Puigsacalm Extreme, con esos típicos «cactus» que te dejan las piernas y los brazos bien marcadas. Para acabar de redondear el día, el circuito tenía prácticamente todo su paso por «corriols» siendo «corrible» en toda su extensión. Además, la temperatura fue perfecta durante toda la mañana, aunque al final empezaba a notarse un poco el calor.

Decir también que la organización se preocupó en todo momento de hacer que la carrera fuese una experiencia inolvidable para todo el que participaba. Carteles indicando tramos peligrosos, carteles avisando de «Les portes del Infern» (Las puertas del infierno) en la subida con más pendiente, «Asalt al Castell» (Asalto al Castillo) en el punto más alto del recorrido donde pasábamos por dentro de un castillo en ruinas… En «La pujada al Infern» nos recibió un grupo de «batukada» y en otro de los puntos altos también nos esperaban con música. La verdad es que estuvo genial.

A nivel deportivo, me falta todavía mucho entreno. He corrido solo 4 días desde que me han dado el alta y hacer 21 kilómetros fue demasiado para mis piernas. En el kilómetro 15 empecé a tener avisos de rampas en los gemelos, que no me permitieron disfrutar del tramo de bajada más bonito del recorrido corriendo como me hubiese gustado. De todas formas, tanto Mireya como Roger iban haciendo la goma y cuando se me distanciaban unos metros, se paraban a esperarme. ¡¡Vaya escuderos de lujo tuve!! Decir que Roger, después de ser finisher de la Ultra Pirineu, lo fue también hace un par de semanas de Camí de Cavalls (Vuelta a Menorca) en 3 días… Ahí es nada…

Así que el Trail de Bisaura queda apuntado en la agenda para el año que viene, porque creo que es una de las carreras mejor organizadas, con las mejores vistas y con un recorrido perfecto para practicar el trail running. Seguro que volveremos y seguramente para la de 50 kilómetros si la preparación lo permite.

En la de 50 kilómetros participaba Ivan (ahora con los amigos del ASHI TEAM) junto con Alex que entraron en meta con un tiempo de 10 horas, mientras en la XL tuvimos la presencia de Ilda, la Ultra-Morlaca, que fue finisher de los 80 kilómetros con un tiempo de 20 horas 36 minutos.