Este pasado domingo se celebraba el Maratón de Horta en Barcelona donde Dani Nafría, un paratriatleta, se convertía en el primer atleta amputado en finalizar un maratón de montaña. Hasta aquí todo correcto. Dani llegaba a meta 8 minutos después de que la organización de la carrera diera por finalizada la prueba. Tanto es así que incluso cuando Dani llegó, ya no estaba montado el arco de meta.
¿Feo detalle de la organización? ¿Demasiado estrictos con los cortes? ¿Los organizadores de las carreras están «pasándose» y siendo muy optimistas con el estado de forma de los corredores? ¿O es que nos apuntamos a pruebas para las que no estamos preparados?… Abrimos el debate.
Recuerdo perfectamente la Vuelta al Aneto del pasado mes de julio. Los primeros 20 kilómetros eran los más fáciles. Nada técnicos, corribles al 100% y con un margen de tiempo para llegar al punto de control del Refugio de la Renclusa de 4 horas. A simple vista un tiempo amplio para cubrir esos kilómetros, pero la realidad es que pasamos por ese punto con solo 20 minutos de margen. El siguiente punto, en el Collado de Salenques, el margen que llevábamos llegaba casi a los 60 minutos. Es sin ninguna duda, la carrera donde más presión he llevado por los cortes de tiempo. Es más, nunca me había fijado.
Tal vez mire cuanto tiempo dan para acabar una prueba. Eso puede ayudarte a hacerte una idea de lo que puedes tardar. Pero, ¿como voy a empezar una carrera pensando en que no voy a pasar el corte? Me parece inconcebible. Diferente por ejemplo, en un triatlón. Son tres disciplinas y cada una tiene un límite de tiempo para finalizarse. Si no pasas el corte en la primera (natación), no empiezas en la segunda (sector bici). Aquí si lo veo lógico. Otro tema es que el tiempo de corte te guste más o menos… En un Ironman te dan unas 2 horas para finalizar los 3800 metros de natación. Incluso para alguien que no nade bien, es tiempo suficiente.
¿Se apuntó Dani a una prueba para la que no estaba preparado? ¿Era la Vuelta al Aneto una carrera para otro perfil de corredores y no para nosotros? ¿O es que los organizadores apuran con los tiempos de corte para tener que pagar menos tiempo los servicios de emergencias, los cortes de carretera, etc.? Me viene a la mente la Gran Fondo La Mussara, prueba de 190 kilómetros en bici de carretera, donde en unos de los cruces, donde la carrera larga y la corta se separaban, los Mossos de Escuadra y la organización decidieron cortar la carrera larga casi media hora antes de lo que ponía en la web de la organización. Esa media hora dejo a un montón de ciclistas que tuvieron que decidir entre seguir bajo su responsabilidad o hacer el recorrido corto estando inscritos al largo.
¿Y vosotros que opinais? ¿Estamos ante un negocio y tenemos que pasar por el aro de los cortes que nos imponen? ¿Nos apuntamos a pruebas demasiado difíciles? Os invitamos a que dejéis vuestros comentarios por favor.
Yo creo que hay un poco de todo, a veces los tiempos de corte son demasiados justos, pero también a veces pecamos de optimistas y nos apuntamos a carreras más duras de lo que nos creemos, y nos cuesta mucho terminarlas.
Por ello yo creo que deberíamos ates de apuntarnos a una carrera, ver bien el perfil, los tiempos de corte en cada punto, y ser realistas, luego siempre pueden ocurrir imprevistos que nos hagan ser justos, y pasar por los pelos, pero lo primero es planificar bien la carrera.
O al menos es mi opinión 😉
Totalmente de acuerdo. Eso justo nos pasó en la Vuelta al Aneto. La planificación fue perfecta, pero no contamos con la orografía del terreno. Rocas como coches de grandes que no permitían avanzar con comodidad. Si el terreno hubiera sido tipo sendero de alta montaña, el final hubiese sido otro.