Hace días que quería escribir esta frase: «Hoy he vuelto a entrenar, hoy he vuelto a correr». No se si correr define exactamente lo que he hecho yo esta tarde, pero os aseguro que para mi si lo ha sido. Ritmo lento, de trote cochinero como se dice por aquí. Eso si, nada de dolor. Alguna pequeña molestia, pero no dolor. Velocidad nula. El ultimo kilómetro si ha sido más rápido, incluso por debajo de 5, pero el resto por encima de 6…

He salido sobre las 19,30 horas y todavía hace un calor de la leche. No me he llevado agua, por que para hacer 8 kilómetros no quería llevarme la mochila, pero creo que el jueves si me la llevaré. Aunque hay alguna fuente por el camino de la playa, el gusto del agua no es muy agradable, y hay gente a la que le gusta, pero yo no puedo. Ademas, no sale fría… 😉

De lo que si me he dado cuenta es de la cantidad de gente que sale a correr. Cada día mas… Al final tendremos que poner turnos, por que hay momentos en los que tienes que ir esquivando a gente. Eso si, de saludar nada de nada… !!!Joder que estoy sufriendo como tu o más!!! ¿Que cuesta levantar la mano un poco…?

Ahora lo que toca es reforzar las piernas para la siguiente «batalla». Mañana saldré un rato en mountain bike, y el jueves si mi compañero Ivan se adapta a mi horario, haremos unos 10km de montaña. La siguiente batalla sera también épica. No lleva la palabra «maratón» en su nombre, ni la patrocina una marca de bebida isotónica, pero tanto los kilómetros como el desnivel la hacen una marcha de montaña de las mas duras. Se trata de la «Ruta de Les 10 Ermites» de 52km con 2000 metros de desnivel positivo. El recorrido es por todo el Baix Llobregat y llega hasta el macizo de Montserrat, pasando por 10 ermitas como su nombre indica.

Tendré que hacer pesas para reforzar las rodillas y coger algo de fuerza, que aunque la bici no va nada mal, el trabajo en el gimnasio es lo mejor, y es lo que más dejamos de lado los runners…