Entreno por Collserola para preparar la X Ermites… con susto incluido…

Después de los primeros 8km del martes, que fueron los primeros de 12 días debido a la periostitis tibial, ayer me enganché a Ivan en su «paseo» por Collserola. 13 kilómetros por Collserola, empezando en la Pza. Mireia (la emisora de Esplugues), y acabando en el mismo punto después de llegar prácticamente a la zona de La Salud de Sant Feliu de Llobregat.

El ritmo lento, ya que la hora (las 15:30h) y mi estado de forma, no ayudaban a poder hacer una salida rápida. Recordé a Ivan que solo había salido un día tras la lesión y entendió perfectamente que debíamos ir lento. Su idea era caminar en las subidas y correr «a tumba abierta» en las bajadas. ¡Dicho y hecho!

Ivan ayer por Collserola

Empezamos caminado subiendo al punto más alto de la emisora y cogiendo un camino hacia la izquierda. A partir de ahí nos adentramos en el bosque. Espectacular recorrido. Ivan lleva un GPS de GARMIN de trekking, donde se baja las rutas y donde podemos ver en que punto de la ruta estamos y por donde va el camino correcto. La verdad es que el recorrido me recordó muchísimo a la Cursa de Alpens, por que la mayoría de subidas era por «corriols» en los que costaba dar un paso.

Ivan iba ayudándose de unos bastones adquiridos para estas rutas, y los estuve probando un rato. Si hacéis rutas por montaña, llevad unos bastones con vosotros, por que son una gran ayuda para subir. Según algún articulo que he leído, ayudan a las piernas hasta un 40% de esfuerzo. Realmente ayudan un montón a impulsarse.

En las bajadas Ivan cumplió con lo que decía. Bajaba rápido, muy rápido. Yo no podía seguirle, entre el miedo a fastidiarme otra vez, y que aun no estoy al 100%. No me puse los calcetines compresores, y la verdad es que no sentí prácticamente molestias. En alguna bajada me dejé llevar y llegamos a ir por debajo de 5, esquivando piedras, agujeros, troncos y demás obstáculos. A medio camino un gel, y durante todo el recorrido mucha agua. Tanta como los 1,5 litros que caben en la mochila Salomon que compramos para la IDM.

Todo muy chulo y divertido hasta que en una de las bajadas, me tuerzo el tobillo y hago un aterrizaje de emergencia en toda regla… Resultado: tobillo como una bota, una buena rascada en la pierna y un herida en la palma de la mano. Cuando me caí, pensé en la bronca que me iba a caer como me hubiera hecho daño de verdad, y en como iba a llegar hasta la Pza Mireia, por que no sabía si podría llegar ni siquiera andando. Al levantarme y hacer balance de daños, vi que podía caminar bien, e incluso correr aunque en  modo «chiquito». Llegue hasta donde estaba Ivan y a partir de ahí solo quedaba subir.

Enseñando la herida de la mano

Al final fue una salida divertida, que casi me cuesta otra semana parado pero que ha valido su peso en oro. La fuerza que las piernas ganan en estas salidas de montaña no se gana con una sesión de series ni de lejos. A pesar de andar durante gran parte de la ruta, el corazon no baja de pulsaciones, que por cierto, ultimamente he notado que llevo bastante altas…

Os dejo el enlace de la ruta de WIKILOC donde podréis ver el detalla del recorrido:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3153880

A ver si mañana puedo volver a salir aunque sea a trotar 8km. Os seguiré informando.

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