Los mitos se caen. Pasó con Figo con su marcha al Madrid, pasó con Zidane con su cabezazo, con Rossi hace poco más de un mes… Y ahora le toca el turno a Marta Dominguez. Sí Marta, porque no todo vale. Los que practicamos deporte sin trampas, lo hacemos por lo que nos aporta alcanzar metas, conseguir superar retos o simplemente por compartir esos momentos con amigos y compañeros de equipo.
Luego estáis los que gracias a que habéis nacido con un genética más apta para practicar deporte, tenéis una facilidad innata para correr más rápido, saltar más alto o pedalear con más potencia. Aprovechas esas ventajas para dedicaros profesionalmente al deporte y ganar premios, medallas y reconocimiento. Pero también los que no contentos con todo eso, buscan un pasito más y deciden que quieren ser mejores que los demás y se meten sustancias prohibidas para superar los obstáculos que el entrenamiento no consigue que superéis. Es decir, que hacéis trampas. Sois tramposos. Y no todo vale.
Tened claro que al aficionado de a pie no nos gustan los tramposos. No queremos que seáis mejores gracias a las ayudas «extras» que toméis. Queremos que lo hagáis entrenando más, con más esfuerzo y que sea más épico. Es muy triste que una carrera, una temporada o una competición que ganéis, la perdáis por ser tramposos, con la consiguiente decepción para los seguidores y aficionados que os seguimos. La suerte de todo esto, es que cada vez sois menos los que nos engañáis, porque no todo vale y cada vez nos damos más cuenta de quien nos engaña y quien no.