Si alguno de vosotros tenía pensado este año dar la campanada en Cavalls del Vent, se va a quedar con las ganas. Ojo, no digo que no la pueda hacer por libre, en modo 24 horas, 36 horas, o en modo Travesía. En estos formatos la Ruta Cavalls del Vent continua. No es así con la ultra. La Ultra Cavalls del Vent cambia de nombre. La edición de 2014 pasa a denominarse Ultra Pirineu 2014.

El recorrido y la filosofía de la prueba es el mismo. 100 kilómetros con un desnivel de +7.000 metros con salida y llegada en la población de Bagà. El recorrido transcurre por el Parc Natural del Cadí Moixeró y será muy similar al de pasadas ediciones, aunque con alguna modificación que lo mejorará.

Una de las novedades de la prueba es que este año contará con otra carrera de 42 kilómetros y +3.500 metros de desnivel positivo (Marató Pirineu) y con una carrera que se celebraré el viernes de 6 kilómetros con +850 metros de desnivel positivo (Nit Pirineu). La salida de esta distancia será en la estación de esquí de La Molina y la llegada en el Refugi Niu de l’Àliga.

La prueba se disputará el fin de semana del 19 al 21 de septiembre, y mañana día 11 (este post lo estoy escribiendo un poco tarde, pero todavía es lunes 10…) se abren las preinscripciones para la distancia de 100 kilómetros. Inicialmente hay 900 plazas disponibles. Como seguramente se superará esta cifra, se celebrará un sorteo en el ayuntamiento de Bagà para ver quienes serán los afortunados que correrán ese fin de semana.

Esta claro que el trail está de moda… Si no habéis participado nunca en una carrera de montaña de larga distancia (y aquí incluyo el maratón), os diré que es una de las pruebas más duras, no solo por la distancia, sino también por el desnivel al que te enfrentas, por la altura a la que te encontrarás, por la duración de la prueba y por la climatología que pueda haber ese día.

A modo de ejemplo, teniendo en cuenta mi experiencia personal, en el Maratón de Las Tucas (Maratón del Aneto 2013), estuve casi 10 horas para recorrer los 42 kilómetros (soy consciente que no fue un tiempazo), enfrentándome a unas condiciones climatológicas bastantes desfavorables. Los que estuvisteis allí lo recordareis perfectamente.

En definitiva: Hay cola para ir al Infierno…