Después de la MTBCN del sábado pasado, tras el entreno del miércoles con 10km de running, y tras las salidas en bici del jueves y de ayer tarde, hoy tocaba volver a la montaña. Los compañeros de la nueva toma de contacto los habituales: Sensei el Incombustible, David el Desaparecido, e Ivan el Terrible…
A las 8 horas hemos quedado en la Pza. Mireia, y como es habitual en el grupo, allí estábamos los cuatro con puntualidad suiza.
Para calentar empezamos con la subida a la emisora, en donde en el primer kilómetro, ya me doy cuenta de que hoy no va a ser mi día. El cansancio acumulado, y las falta de un sueño reparador, hacen mella en mi rendimiento. Tal vez, como dice Ivan, debería espaciar por el momento un poco más los entrenos. He pasado de no hacer prácticamente nada, a entrenar cinco días a la semana… No es bueno, esta claro.
Desde la emisora bajamos un poquito para coger un «corriol» que descubrió Ivan y que es precioso para correr. Tengas el nivel que tengas te encantará, por que no hay subidas importantes ni bajadas demasiado técnicas. La mayor dificultad son los giros «contrapedaltados» que sumados a la humedad por las gotas de lluvia de ayer noche, hacían que el agarre de las zapatillas fuera mucho menor. Es largo, rápido y divertido. Animaos a venir un domingo con nosotros. Lo disfrutareis.
Indescriptible la sensación de ir rozando con los brazos o la cara las ramas de plantas y arbustos, cuando vas acalorado corriendo, y sentir las gotas de agua que todavía tienes esas ramas en el cuerpo… Tras el corriol, hemos subido de nuevo a la emisora atajando un poco. De ahí que en lugar de 15km hayan salido 11,5km. Eso si, los atajos en la montaña para acortar distancia, suponen subir mas rato y con mas desnivel… Al llegar a Pza. Mireia la recompensa… Bocata en la terracita del bar que hay allí y que sienta de maravilla… 😉