Hoy el día empezaba prontito, prontito… Levantarse un domingo a las 5:45 horas, no es sencillo… Pues si… A esa hora sonaba el despertador. Teniendo en cuenta que todavía no me he adaptado al cambio de hora, que me acuesto pasadas las 0:00 o 1:00 de la madrugada, y que últimamente no duermo en exceso, me he levantado lo suficientemente rápido, gracias a que había quedado con Ivan a las 6:30 horas en Cornella.
Desde allí nos hemos dirigido al Ordal, donde transcurre esta carrera. Prácticamente el resto del equipo corría la versión larga, de 31 kilómetros. Miguel y yo, prudentes, nos conformábamos con la de 15 kilómetros. Solo llevo 3 semanas corriendo con normalidad. No es plan de meterse en una carrera de 31 kilómetros, con 2000 metros de desnivel positivo. Eso se lo dejo esta vez a los cracks, como Pere, Ivan, Little Sensei y demás.
Una vez allí recogemos el dorsal, los regalos (decir que nos han regalado un grifo de ducha…), de tomarnos una cafe por cortesía de la organización, Ivan y yo hemos la visita de rigor a los baños. Lo bueno de llegar temprano es que todo estaba impoluto.
Al salir nos encontramos con Cesar. Luego Sensei, Little Sensei y Pere. Ya estábamos todos por que Manu, por motivos personales, no podía asistir.
Ivan se va a cambiar y Cesar ya llevaba calentando un buen rato. Son casi las 8:30 horas, y nos vamos a la salida. Saludo de equipo, y cada uno a concentrarse en su salida particular.
Salimos!!! Cada uno a su ritmo. Veo irse a Cesar, y a Ivan y Pere que parece que van juntos. Me quedo con Sensei, que se lo va a tomar con calma. Enseguida empezamos a subir por las calles de pueblo, que parece que no pero tienen desnivel. Primer kilómetro superado… Ya solo quedan 14.
Salimos del pueblo en el kilómetro 2 para empezar con las trialeras, y los cortafuegos. Estos último auténticas trampas mortales para algún runner, que ha probado la dureza del terreno, y la cantidad de rocas y piedras sueltas que hay. En algún tramo mas que bajar corriendo, bajamos resbalando. Las subidas tampoco son fáciles. Tanta piedra suelta te hace perder tracción, y en el kilómetro 6 aproximadamente, noto la falta de entrenamiento. Sensei sigue conmigo. No va fino. Lo llevo delante en las subidas, y detrás en las bajadas. El en teoría hace la de 31 kilómetros, pero le comento que tal vez lo más inteligente sea quedarse con la de 15. Dice que si, que es lo que va a hacer.
Seguimos hasta llegar al kilómetro 8, donde la subida mas importante de toda la carrera nos espera. Los últimos metros son muy guapos. Chulos por el espectáculo que teníamos a la espalda, y por que eran rocas, en las que la organización había instalado cuerdas para facilitar el ascenso. Desde allí arriba las vistas eran increíbles. En la bajada por el otro lado de la montaña también nos ponen cuerdas. Menos mal, por que despeñarse por allí…
A partir de ahí, trialeras, senderos, y poco mas, hasta llegar al pueblo de nuevo donde un bocata de butifarra nos estaba esperando. 2 horas 10 minutos para Sensei, y 2 horas 15 minutos para mi. Miguel no recuerdo lo que ha hecho exactamente, pero creo que 1 hora 45 minutos.
A ver si alguno de los Morlacos de la de 31 kilómetros me pasa una crónica para que la disfrutéis.
[…] de gente que se acumula en el recorrido, gran parte del Morlacos Team estaremos corriendo la CORREBOCS 2.0, que transcurre por el Ordal. Tiene dos distancias: 15 y 30 […]