Hoy la rodilla no me ha dejado correr. No es bien, bien dolor, pero si una molestia bastante intensa de la de momento hago culpable a la sobrecarga, ya que como algunos sabéis, el cambio de kilómetros por semana ha sido a mas del doble.

Como el entrenamiento de un maratón es largo, muy largo, no hay que obsesionarse y correr hasta reventar. Es mucho más importante saber dosificarse, y sobre todo, saber escuchar a nuestro cuerpo. Si la molestia continua tendremos que acercarnos al fisio a ver que nos cuenta, pero espero que el jueves pueda salir a correr.

La clase de spinning es una buena opción para sustituir el entrenamiento. Trabajas los cuadriceps con una intensidad increíble. Además el profesor de la clase, ha sido una verdadera máquina… MENUDO CRACK!!!

Cuando el tio hace que pedalees super rápido y de pie, es cuando peor lo paso… Los cuadriceps arden por dentro, y parece que en vayan a salirse los musculos y los huesos de la pierna… Es impresionante lo largos que se hacen diez segundos con una resitencia media, pero de pie y a una velocidad de pedaleo rápida.

Yo hacía tiempo que no iba a ninguna clase, pero los habituales han dicho que había sido una clase dura.

Lo más positivo ha sido la sensación de que habiéndolo dado todo, no he salido de la clase muerto. Al bajar las escaleras hacia el vestuario, no he tenido la sensación de «flojera» o de que las piernas me fallan. Vamos, que al final no estaré tan mal como pensaba…

El jueves tocan 50 minutos + técnica de carrera. Ojalá pueda salir a correr… 😉