Os dejamos la crónica de la Ultra Maratón Trencacims de Paüls, de la mano de Mireya Casanova. Carrera con 50 kilómetros y un desnivel de +4000 metros positivos que corría junto a los Morlacos Helena, Artur y otros amigos como Iván, Alex, Diego, Djanina, Carol, etc.
Este sábado tocaba correr en Paüls. Una carrera dura sobre el papel, que lo fue más sobre el terreno, aunque todo tiene su recompensa. Como me pasó en la pasada edición de la Ultra Pirineu, pasé prácticamente toda la noche del viernes al sábado sin dormir. Nos levantábamos a las 4 de la mañana, aprovechando que Jose participaba en el Trilimit y nos fuimos el viernes por la tarde al Delta del Ebro, y desde allí solo teníamos unos 45 minutos de coche hasta Paüls.
Artur me deleitó con un recital musical en el coche, para ir adaptando el cuerpo y llegar preparados a la salida… jajajaja. ¡¡Vaya música lleva el tío en el coche…!! Tras recoger el dorsal nos encontramos ya con los compañeros que mencionaba antes y nos plantamos en la salida. Fue espectacular…
Música, fuegos artificiales y salida entre antorchas… Sumado a la necesidad del frontal a primera hora, impresiona y mucho… Piel de gallina. Nada más salir del pueblo la carrera ya se estira y muchos empezamos a caminar en la primera subida hasta llegar al Pas de la Finella donde encontramos un vendaval increíble. Los kilómetros van pasando mientras amanece y llegamos al kilómetro 9,5 donde está el segundo avituallamiento.
Allí me encuentro a Iván. Decimos de ir juntos y seguimos. ¡¡Vamos!! Iván en las bajadas va muy bien y más en un terreno tan técnico como este. Tengo deberes pendientes en este sentido. Mucha piedra suelta y no estoy acostumbrada. Sobre el kilómetros 20 llegamos a la Punta de l’Aigua, donde vemos a Djanina que había subido hasta allí para animar a los corredores, ya que ella no participaba finalmente. Me encanta verla y me da un subidón. Djaniny es un referente en el mundo del trail running y siento auténtica admiración por ella.
Sobre el kilómetro 24 Iván me comenta que vamos bien de tiempo según se lo había planificado. Eso me da fuerzas y me anima mucho. Las sensaciones son buenas. Me noto muy bien subiendo y estamos casi en la mitad de la carrera. No me siento cómoda en las bajadas. Iván también me comenta que el no va a continuar. Que se quedará en el siguiente punto de control, en el kilómetro 26. Iván no tenía el día. Me anima y me dice que nos vemos en la meta. Iván, eres un crack. Mil gracias por los ánimos.
Llegamos a un tramo que permite correr y adelanto a varios corredores. Uno de ellos se viene conmigo ya que llevamos ritmos similares. Nos juntamos con un par de corredores que uno va animando al otro y se conocía mucho el terreno. Me tranquilizaba mucho saber que iba con alguien que sabía por donde íbamos. En las subidas me iba, para volver a juntarnos en las bajadas.
Alrededor del kilómetro 38 llega una fuerte bajada para llegar a la Caseta del Castillo. La bajada es extremadamente técnica, mientras pasamos por paisajes espectaculares con unas vistas para enmarcar. Voy mirándome mucho las horas que llevo para controlar la comida, mezclando sólido y líquido junto a los geles de My Protein. Ufff… Me sientan genial estos geles. ¡Que gran descubrimiento! ¡¡Probadlos!!
Mientras, los kilómetros pasan. Ya llevo unos 3600 metros de desnivel positivo. Voy genial de piernas, pero me preocupa como será la última bajada. Llego al Cim del Joan Gran a 1073m de altitud, pasando por el Pla de la Hedra, un bosque precioso. Los voluntarios que hay allí me comentan que en unos 4 kilómetros llego a Paüls.
La bajada es técnica pero rapidamente se convierte en un sendero que conduce al último avituallamiento. Solo quedan 2 kilómetros que son en bajada y rodeando el pueblo, mientras escucho al «speaker». ¡¡Ya está!! Al pisar la alfombra que lleva a meta la primera persona conocida a la que veo es a nuestro Sensei, con una sonrisa como si fuera él que acabara. Luego ya veo a Jose, a Rebe, a Matos (que por cierto, ganó el TRILIMIT en su distancia HALF con 17 minutos de ventaja sobre el segundo…), a Iván, a Djanina… Las lagrimas brotan sin poderlas reprimir y en ese momento me abrazo con Jose y rompo a llorar. Una persona de la organización me entrega el recuerdo de «finisher» de la prueba y nos hace colocarnos para hacernos una foto. Además, me dice que soy la tercera clasificada senior. Jose y yo nos miramos y nos empezamos a reír sorprendidos.
Jose, tal y como se lo había pedido, me tiene preparado el recuperador de 32Gi, que me sabe a gloria. Pregunto a Jose y Artur si Helena ha llegado, pero nos dice otro corredor de los CMR que se ha retirado en el kilómetro 35. Al hablar con ella después, nos dice que se perdió y acabó haciendo unos 8 kilómetros más, por lo que llegó algo más tarde.
Los abrazos y los besos de los amigos son la mejor recompensa, así que desde aquí os agradezco a todos el apoyo, los ánimos y las felicitaciones que de una u otra forma me habéis enviado. Sin todos vosotros, todo esto no tendría sentido. Solo me ha faltado que Jose hubiera corrido conmigo. Otra vez será.