Vamos progresando… La verdad es que parece que las cosas empiezan a rodar. Esta noche han caído 7 kilómetros más por debajo de 5 minutos el kilómetro, algo impensable el martes de esta misma semana cuando me costó aguantar un ritmo de entre 5,40 y minutos por kilómetro.
Al final eso de que el cuerpo tiene memoria, va a ser cierto. Poder correr de nuevo por debajo de 5 el kilómetro me hace sentir de nuevo runner. Sobre todo ahora que en breve dejaré la montaña para dedicarme al entrenamiento del Ironman de Vitoria. Y como la preparación del Ironman será larga (30 semanas exactamente) y se me hará bastante cuesta arriba, no quiero que pasadas 20 semanas por ejemplo, me haga daño en cualquier entreno por montaña…
Así que estos meses tocará volver a los entrenos de asfalto, a las medias maratones y a correr alguna carrera de 10 kilómetros, para ir matando el gusanillo. Aunque si tengo que ser sincero, no creo que pueda dejar la montaña al 100%… Ya lo iremos viendo durante los próximos meses.