Tras haber tenido que anular mis intenciones a participar en un triatlón de distancia Ironman en 2015 por las molestias que sufrí en la cadera, decidí liarme la manta en la cabeza para hacerlo en 2016. Y es que si no me apunto, pasará otro año y no lo haré. Así que inscripción al canto, y a por el Triatlon Full Distance de Vitoria, que se celebra el 10 de julio de 2016. La idea inicial era debutar en el de Barcelona, pero ahora siendo marca Ironman, la diferencia de precio es la inscripción es del 50%, además de todas las críticas que ha recibido el Ironman de Barcelona por el tema de drafting. Y como me habían hablado muy bien del triatlón de Vitoria, pues allá que voy.

Aunque todavía quedan unos 10 meses, tengo mucho trabajo por hacer. Tal vez lo que mejor llevo sea la parte de la bici. La de correr digamos que va en el buen camino, pero la sección de natación… eso es harina de otro costal… No nado desde hace más de un año, concretamente desde el Sailfish Half Triatlon de Berga en septiembre de 2014. Pero quien dijo miedo.
Lo mejor de todo es que tengo claras mis limitaciones. Se cuales son mis puntos débiles y tengo claras las pocas fortalezas que tengo. Aún así, voy a disfrutar tanto del trabajo previo como del «Día D». El apoyo de Mireya en todo esto es fundamental. El de Mireya y el del resto de amigos y familiares, que aunque muchos consideran que es una locura, en el fondo saben que lo haré. Mejor o peor, pero lo haré.

Voy a seguir un plan de 30 semanas de entrenamiento, con doble sesión muchos días. Nadar y correr, bici y correr, además de participar en alguna marcha cicloturista y en algún triatlon de distancia Half para «ir soltando los nervios» y tener todo el tema de transiciones totalmente controlado.
Lo que peor llevo es tener que dejar casi por completo la montaña ahora que estoy volviendo de una forma un poco especial. Más que nada por el miedo a volver a lesionarme los tobillos, cosa que puede echar al traste con el objetivo de año que es el más ambicioso de, si se puede llamar así, mi carrera deportiva. Mi intención es no dejarla al 100%, pero dependerá de como me vaya viendo. Fortalecer los tobillos con ejercicios de propiocepción y de fuerza específica, debería evitar lesión alguna.