Toda la ilusión con la que el año pasado acabé la Polar GF La Mussara, casi sin fallos a mi entender por parte de la organización, se han convertido este año en un cúmulo de errores que han hecho de esta segunda edición, una simple forma de centrarse en ganar dinero a los organizadores, escatimando en detalles que en carreras muchísimo más modestas y económicas, cuidan hasta el final.
Este año, con mucha más preparación en las piernas, con tiradas largas de incluso mayor kilómetros que las de la Gran Fondo y con mejor tiempo en la subida al puerto de La Mussara, parece ser que no estaba a la altura de poder participar en esta prueba, ya que la organización la ha planteado para que solo los que salían delante y con cierto nivel, podían pasar el corte que estaba situado en el cruce donde se separaban las dos distancias de la carrera.
Nuestro ascenso a La Mussara no fue lento. Adelantando gente durante toda la subida, llegamos arriba en unos 46 minutos. Nos paramos unos metros después del avituallamiento para reagruparnos, y empezamos el descenso. Cierto que este fue algo más lento de lo esperado por culpa de las rachas de viento lateral que hacían que las ruedas de perfil desplazaran la bici de lado a lado, pero tampoco bajamos pisando huevos.
En el segundo avituallamiento ni paro el grueso del grupo. Solo unos pocos y llegamos a lo alto del puerto de Picorandan con solo 1 minuto de diferencia con el resto. Así que seguimos y todo con total normalidad, sin averías, sin pinchazos, sin incidencias… Así hasta Castillejos, donde empezamos la bajada fuerte de la marcha. Pero nuestra sorpresa fue llegar al cruce donde se separaba la gran fondo de la medio fondo y encontrarnos a un buen número de ciclistas parados, porque les dicen que no han pasado el corte y que tienen que ir por el trazado de la medio fondo. Tras unas palabras con un chaval que la organización puso allí y que no tenía ninguna culpa de nada decidimos junto a algún ciclista más continuar por el trazado de la gran fondo.
Al llegar al tercer avituallamiento en el kilómetro 80 aproximadamente, que estaba tras a bajada del puerto de Alforja, nos pusimos a comentar que hacer. No sabíamos si encontraríamos avituallamientos, no tendríamos ningún tipo de asistencia, no habría nada que dijera que estábamos haciendo la marcha por la que habíamos pagado. Unicamente el dorsal que llevábamos puesto en nuestras bicis. Así que excepto Isaac y Anna, el resto decidimos volver a subir Alforja y acabar el recorrido por el trazado de la medio fondo. Decir que Isaac y Anna hicieron el recorrido largo, pero que cuando pasaron por el punto de control, este ya no existía y os aseguro que no fueron despacio.
Al llegar a meta tocaba pasearse por Reus, entre coches, rotondas y semáforos, como en una salida de fin de semana cualquiera, solo que esta vez hablamos pagado para ello. No se cuantos kms tuvimos que recorrer hasta llegar al avituallamiento final, pero no fueron ni uno ni dos. La recompensa al llegar: un plato triste de pasta fría con tomate y un vaso de Coca-Cola que estaba más caliente que el plato de pasta.
Según la organización es una marcha «no competitiva» pero obligan a realizar el recorrido en tiempos «competitivos» para poder pasar el corte. Te hacen escoger la talla del maillot al hacer la inscripción, pero resulta que las tallas no tienen nada que ver con la realidad y claro, hay gente a la que el maillot no le va y tiene que acabar haciendo la marcha con un maillot pequeño, ya que la organización no tiene maillots suficientes para realizar cambios de talla. Te obligan a recoger el dorsal el viernes, haciendo que si tu no puedes ir, tenga que recogértelo algún amigo. La salida en los cajones es un auténtico caos. La gente en cajones que no le corresponde, gente metiendo las bicis por los laterales y por encima de las vallas…
Aunque creo que para mí, otro de los grandes fallos fue la llegada a meta. No la llegada en sí, sino el avituallamiento final. Llegas después de 189kms (si has pasado el corte) y te encuentras que tienes que comerte un triste plato de pasta al sol, con más de 30 grados de temperatura y con un vaso de Coca-Cola caliente cuando el recinto de la fira estaba vacío. Señores de Win Sports Factory, pagar 56,65€ para que nos den un maillot y un plato de pasta, y tener que hacer el recorrido como si de una salida normal de fin de semana se tratara, creo que no tiene mucho sentido. El año que viene dudo que me vean por allí. Si me lo planteo, me gastaré ese dinero en diseñar un maillot personalizado de mi talla, y buscaré una ruta de la distancia que sea para realizar con mis amigos, que al final es lo que acabamos haciendo ayer.
Agradecer desde estas lineas a Jordi, Carlos, Rafa, Roger, Mireya, Anna, Isaac y Soraya el haber compartido estos kilómetros conmigo. Ya son muchos este año y nos quedan unos cuantos… A Toni y Javi por haberla acabado sobrados. Lo más positivo del fin de semana han sido las risas que nos hemos echado juntos, como ayer comiendo, por ejemplo, y la cantidad de amigos con los que nos hemos encontrado durante todo el fin de semana. Bajo mi opinión personal, la Polar Gran Fondo La Mussara de 2015 ha sido un auténtico desastre. Tal vez la organización debería plantearse la cantidad de gente que admite, para no ser tan restrictiva en los cortes, pero claro, entonces no se ganaría tanto dinero, ¿verdad?
tienes más razón que un santo. Más allá de los tiempos de corte (donde también te doy la razón), la calidad de los servicios ofrecidos este año, no han estado a la altura de lo ofrecido el pasado año. Ni en la entrega de dorsales, ni en la calidad de los avituallamientos en todos los sentidos, ni, sobretodo, en el post-carrera, donde creo que lo bordaron el pasado año, y este la han cagado estrepitosamente.
Gracias por tu comentario Stri! A ver que hacen el año que viene, pero me temo que muchos ya no les daremos la oportunidad…