Este domingo se celebra en el País Vasco una de esas carreras que enganchan. Una de esas carreras que tienes que correr una vez en la vida (por lo menos). Es la Zegama-Aizkorri, que recorre 4 de las cimas más altas de la zona del País Vasco. Solo 300 participantes son los elegidos para participar en una de las carreras de montaña más legendarias de este país.
Cuando pensamos en Zegama, a todos nos viene a la mente la imagen de Kilian Jornet subiendo andando, con las manos en las rodillas, empapado en sudor y rodeado de gente a cada lado gritando y dando ánimos. Por si alguien no ha visto la foto en cuestión, la pongo debajo de estas lineas. Zegama son 42 kilómetros de puro espectáculo. Su perfil, acumula 5472 metros de desnivel acumulado, con un punto máximo de 1551 metros de altitud (Aitxuri) y un mínimo de 296 (Zegama).
La carrera esta dentro de las Skyrunner World Series 2015 y actualmente tiene el récord de la prueba el mismo Kilian Jornet, con un tiempo de 3 horas, 48 minutos y 38 segundos… ¡Casi nada!. En féminas, el récord esta en poder de Emanuela Brizio con un tiempo de 4 horas, 38 minutos y 19 segundos.
Zegama es especial hasta en las inscripciones. El Morlacos Team intentó este año participar, a pesar de que mucho de nosotros estamos inscritos el día 16 en la POLAR GRAN FONDO LA MUSSARA, carrera de 189kms de bici de carretera con más de 3200 metros de desnivel positivo. Pero es que si entras Zegama, ya iré a La Mussara otro año, o cualquier fin de semana con los amigos.
Solo participan 450 corredores, de los cuales 150 plazas son «reservadas» a la Elite y a la organización, para compromisos, etc. Las 300 restantes, son por sorteo. Pero entran en un bombo con más de 3000 personas en esta edición. Además, si has intentado entrar otro año y no has tenido suerte, te dan más números con lo que tienes más opciones.
Así que finalmente, este fin de semana iremos a La Mussara a sufrir unas 8 o 9 horas y veremos el domingo Zegama desde el sofá de casa. Otro año será.
Esta es de las que tengo en mente, como bien dices, otro año será. Un besote y a disfrutar de esa machada ciclista!