Hace unas semanas nos llegaba a la redacción de Siempre Corriendo una unidad del ya famoso Suunto Ambit3 Peak. Llevábamos bastante tiempo detrás de poder realizar la prueba del último modelo de la firma finlandesa, después de haber leído algún artículo donde lo dejaban muy bien. Al cogerme en un momento del año con un parón importante a causa de una lesión en la zona de la cadera, la verdad es que no he podido exprimirlo tanto como hubiera deseado, pero con todo y con eso, las conclusiones y la experiencia han sido positivas.
Antes de nada os quiero recordar que en casa combino entrenos con un Garmin Forerunner 920XT y un Suunto Ambit2S. El Suunto lo utilizo para los entrenamientos de trail, mientras que el Garmin lo llevo en las tiradas planas o de asfalto. Hago esta aclaración para que veáis que teniendo una versión anterior del Ambit y uno de los modelos de gama alta de Garmin, el análisis se antojaba interesante.
Nada más sacarlo de la caja me sorprendió su tamaño. Lo esperaba más grande que el Ambit2, pero son prácticamente idénticos. A simple vista ninguna diferencia de tamaño. Donde sí la hay es en el pulsómetro. Casi la mitad del que llevo habitualmente con el Ambit2. Mucho, pero mucho más pequeño. Al variar el tamaño, la cinta del 2 no servía para el sensor del Ambit3. Esto me hizo tener que utilizar la banda que venía con el Ambit3 y que esperaba no tener que abrir para la prueba.
Una de las novedades más importantes, es la de la conectividad con tu smartphone. Esto ya lo tiene también el Garmin 920 e incluso el Fenix en su primer versión (a través de una actualización de firmware), pero no era así en el Ambit2. Es ideal si lo vas a utilizar conjuntamente con tu teléfono, ya que te llegan las notificaciones de llamadas, mensajes, etc., a la pantalla del GPS. Eso siempre que lleves el teléfono encima. En mi caso también suelo llevar el Ambit a modo de reloj en mi día a día, por lo que es una característica que me va de perlas. Para correr ya cambia la cosa, pero en la bici, si que suelo llevar el teléfono encima y es muy práctico.
Un punto importante para mí es la rapidez en captar la señal de los satélites cuando vas a empezar a correr. Fue el motivo principal de deshacerme del Fenix. Garmin lo ha resuelto en los nuevos modelos, pero Suunto es algo que tiene controlado al menos desde el Ambit2. En menos de 30 segundos ya tiene localizados los satélites para que puedas empezar con tu entreno. Lo mismo con el sensor HR, que lo localiza antes que los satélites.
La batería merece un párrafo para ella… Si el Ambit2 aguantaba, con el Ambit3 corres el riesgo de olvidarte donde has dejado el cable para conectarlo al ordenador y cargarlo. Casi dobla la duración de la batería de su predecesor. Un 10 para los señores de Suunto en este apartado. Para mi es muy importante, ya que soy un despiste y muchas veces me encuentro que voy a entrenar y no he cargado el GPS. Con el Ambit3 también te puede pasar, pero tardará mucho más en que así sea. El fabricante habla de unas 50 horas con el GPS activado. Lamentablemente no he entrenado tanto, pero utilizando las nuevas funcionalidades, toqueteándolo a fondo y con los entrenos y un par de carreras que he hecho con él, solo lo he cargado una vez, por lo que si no son 50, poco le debe faltar.
¿Nadas? Yo más bien poco… Mientras he tenido el Ambit3 en casa no he nadado ni un día, pero otra característica a tener en cuenta, si practicas triatlon, es que con el Ambit3 puedes controlar tus pulsaciones también en la piscina. Como en el Ambit2, el reloj «aprende» de tus estilos de natación y cada vez es más preciso. Solo hay que decirle la distancia de la piscina y ¡listos!
También nos sirve para monitorizar nuestra actividad diaria, como si fuera una pulsera biométrica. Lo hace gracias al acelerómetro incorporado. Lo que no hace es medir el sueño, como alguna pulsera específica o como el Garmin 920. Sinceramente es una prestación que al menos para mí no tiene más que simple curiosidad.
Carga de tracks, navegación, vuelta al punto de partida, infinidad de apps en Movescount para configurar el GPS… La verdad es que con Suunto la personalización del reloj es totalmente a la carta. Tienes tantas y tantas apps para descargar, que lo único que puede pasar es que dudes en cual poner en tu reloj. Tienes desde distancia, velocidad, tiempos totales o por «vuelta», presión atmosférica (característica importantísima para su utilización en alta montaña), temperatura, altura, desnivel, intensidad y recuperación, entre otras muchas más. Sin duda es el reloj más «a gusto del consumidor» del mercado.
Finalmente, aunque podría seguir escribiendo, comentar que parece que Suunto ha resulto otro «mini problemilla» respecto al Ambit2, que era lo delicado de su viselado. Parece que en el Ambit3 es más resistente a pequeños golpes y roces. Al menos al ser negro es la sensación que da. Como veréis en las imágenes que adjunto, la Ambit2 esta bastante tocado en ese sentido. Otro punto a favor del Ambit3. Ahora toca volver a los entrenos con mis viejos relojes, después de enviar de vuelta esta unidad de evaluación.