Como es costumbre tras cada gran acontecimiento, hoy toca crónica… Soy FINISHER de mi segundo half. Ha sido más duro que el de Salou, con bastante más desnivel en la parte de la bici, donde me han salido según los datos del GPS unos nada despreciables 2.600 metros de desnivel positivo. El Sailfish Half Triatlon de Berga 2.014 ha sido así:
Iba a poner que el despertador ha sonado a las 5:00 horas pero no ha hecho falta. Como si mi cerebro supiera la importancia del evento, me he despertado sin que llegará a sonar la alarma. En la habitación éramos siete personas, cinco de las cuales hemos participado en el half. Las otras dos se han pegado la paliza de levantarse a la misma hora, para dar apoyo moral y logístico a los triatletas. Ya con los nervios a flor de piel y con la visita al WC de turno, hemos bajado a desayunar. Es curioso ver como la concentración y los nervios causan tan diferentes sensaciones en cada persona… Unos callados, otros sin parar de reírse por cualquier cosa, otros totalmente aislados del mundo… En mi caso una mezcla de todo. Momentos callado, momentos en otro mundo, y momentos histérico… Me he tenido que obligar a comer algo, pero ya me ha costado lo suyo. Unas tostadas, algo de pavo y una tostada mas pero esta con Nocilla… Se está convirtiendo en un clásico.

Al acabar hemos subido de nuevo a la habitación para recoger las tres bolsas que la organización no daba. Muy bien por su parte. Una para SWIM, otra para BIKE y otra para RUN, donde hemos tenido que dejar en cada caso las cosas que necesitaríamos en cada uno de los deportes. Como la T1 y la T2 estaban en sitios diferentes, la importancia de las bolsas aumenta, ya que la organización recogería después las bolsas de SWIM y BIKE para bajarlas hasta la T2 donde las recogeríamos al acabar la prueba.
Otra visita al WC y nos vamos a dejar la bolsa de RUN a la T2, donde la tendremos preparada cuando lleguemos tras los 90KMs de bici. Desde ahí nos hemos ido al autocar que nos llevaría hasta el pantano de La Baells, donde íbamos a nadar los 1.900 metros. Las bicis las habíamos dejado ayer, en una formación curva siguiendo la forma de la presa. La verdad es que a vista de pájaro debe impresionar ver todas las bicis… Mientras colocamos todas las cosas en su sitio, íbamos quitándonos los nervios de encima. Tercera visita al lavabo (esta vez a uno químico de los que han puesto los organizadores), que todavía está a oscuras ya que es totalmente de noche. Hasta pasadas las 7 de la mañana no ha amanecido y para colmo, lo ha hecho con una niebla que poco a poco ha ido tapando la visión del puente y de las boyas donde teníamos que hacer los giros en el agua. La temperatura del agua era de 22 grados pero la verdad que después de la experiencia en Andorra, nada me parece frío. Nos hemos puesto el traje de neopreno para no tener frío fuera del agua y mientras esperamos la hora de meternos en el agua, hemos ido saludando a los conocidos y amigos que también participan en el half. En nuestro grupo (iTriatletas Solidaris) hemos sido 11 los “valientes”, pero al final conoces a infinidad de amigos de otros clubs. Este deporte es muy grande.

A las 8:00 horas nos metemos en el agua y casi sin darnos cuenta, ha sonado el pitido que marca la salida. No nos ha dado tiempo ni de llegar a las boyas que marcan la línea de salida, por lo que hemos tenido que nadar unos metros extra. No se divisaba el puente en el que teníamos que hacer el primer giro, así que lo más sensato ha sido seguir a los que llevábamos delante. A unos 150 metros, me paro a ver como están las cosas y veo un tio apoyado en una de las tablas hablando con el juez. Ha resultado ser Javi, que no lo veía claro, pero que enseguida ha retomado el nado y ha acabado pasándonos a medio sector de natación. Casi llegando al puente me ha parecido ver a Mireya, mi pareja, pero como todos llevamos el gorro gris, no estoy seguro de que fuera ella. En el último giro me paro tras doblar la boya y al mirar atrás veo que un buen grupo se la salta y recorta… Joder… Vaya deportividad… Ivan Herruzo en su crónica también lo ha vivido… Vaya tela… Estamos rodeados de tramposos…
Salgo del agua en poco más de 46 minutos, todo un tiempazo para mí ya que casi he bajado 2 minutos respecto a Salou, que era mi referencia. He de decir que desde mayo solo había nadado unos 3.000 metros en total… Creo que si entreno un poco esta parte, ganaré en tiempo y en mejorar la ansiedad que me supone esta parte del triatlón. No digo que la bici y el correr no me preocupen, pero la ansiedad que me genera el sector de natación, hace que me ponga más nervioso de lo necesario. Para la próxima os aseguro que lo tendré preparado a conciencia.
Al salir del agua nos han ayudado, pero en mi caso han tenido que mantenerme en pie. Y al dejar atrás a los dos “ángeles de la guarda” que nos ayudaban a salir del agua, me he tenido que parar en seco y recolocar mi equilibrio para no caerme… Ya subiendo la rampa he empezado a quitarme el neopreno y arriba del todo un chute de energía extra cuando he visto a Sergi Davila (El Trigordito) que está animando como un loco. Me abrazo a él y continuo a buscar mi bici. Nada más girar he visto a Mireya que estaba a punto de salir ya con la bici. Es una crack… Paso al lado de Toni que también sale ya y me pongo a quitarme el neopreno del todo. He hecho una transición penosa, de casi 8 minutos.
Empiezo la bici con calma. La primera subida es durilla en dirección a las afueras de Berga. Me adelanta un chaval y yo empiezo a adelantar a gente. Realmente durante todo el recorrido me han adelantado muy pocos, unos tres o cuatro, mientras que yo iba adelantando sin parar. En los avituallamientos nos han dado un bidón de ISOSTAR de 1 litro… No tenía claro que pudiera llevarlo en el porta bidón, pero al ver que si, lo he puesto. No nos lo han dado lleno del todo y he tenido que ir vigilando no beber demasiado por si no me llegaba el agua hasta el siguiente avituallamiento. En el kilómetro 22 veo a lo lejos a Mireya. Ya la pillaré he pensado, pero que narices… Voy a por ella a ver cómo le va. Esta parte es la que más respeto le daba, y verme seguro que le iba a dar un plus de ánimo. Entre que me lo pienso y no me lo pienso la pillo en el kilómetro 25. La verdad es que me siento cansado. No por el esfuerzo que llevo, pero me cuesta respirar. Al hacerlo me dolían las lumbares. Siempre me pasa. Tampoco he dormido mucho esta noche y esos se nota. Me ha repetido por activa y por pasiva que me reserve, que después vienen dos horas de carrera a pie, así que la adelanto y me voy, pero como dice ella “With the calm…”
El recorrido de la bici es un sube y baja, aunque mi sensación ha sido que es más “sube” que “baja”. Según el GARMIN me han salido 2.600 metros positivos… Ahí es nada. Casi llegando al segundo avituallamiento, adelanto a Opal. Joder como nadan estas chicas… Si que han tirado… Y de repente escucho tras de mi la voz de Mireya hablando con Opal… “¡Voy de puta madre!” ¿¿¿Cómo??? Me he reservado tanto que me ha pillado… Vaya tela… Me he parado del todo en el avituallamiento para que me rellenaran más el bidón y no ir con los nervios de quedarme sin agua. Lección aprendida para el próximo half. Tras adelantarla de nuevo, aprieto los dientes para “poner las cosas en su sitio” y tiro. He llegado a Berga bajando la última parte de la vuelta 1 a casi 70km/h. Me encanta… Saber que la carretera está cortada al tráfico es una sensación increíble.
Al final de la primera vuelta veo a los “supporters” de iTriatletas Solidaris que me animan. Unos metros más allá, escucho un “Vamos Jose Luis” que creo que es Rebeca, la pareja de Jordi Matos. A por la segunda vuelta. Ahora ya se lo que se nos viene encima y me reservo un poco menos. Aun así, he rodado con cabeza para no llegar fundido a la media maratón. El recorrido nos regala al final, para entrar en boxes, una última rampa de las que quitan el aliento. Ya nos lo habían avisado, así que al verla ya sabemos que hemos acabado con la bici.

La T2 la hago bastante más rápido. Me he calzado las zapas y a correr. Toca un “sube-baja” de nuevo, pero va a ser durillo. Ya iba cansado, más de lo esperado. Y encima empezamos subiendo. La verdad es que el recorrido es bastante feote, aunque la parte de la rambla de Berga es una pasada, ya que la gente se ha volcado a animar. Cuando llevo aproximadamente 1,5 kilómetros corriendo llego a la parte donde nos cruzamos con el final de la bici y veo llegar a Mireya. El recorrido de la bici ha sido un constante ir y venir. Ramon, Chus, Eva, Javi, Gemma, Emma, Toni, Ferran… Nos íbamos cruzando todos y dándonos ánimos. En un extremo del recorrido nos daban la pulsera que marcaba las vueltas que llevábamos. En el otro extremo la alfombra que marca el tiempo con el chip. Así nadie se salva de hacer las tres vueltas de 7 kilómetros, cosa que sí ocurrió en Salou.
Momentazo pasar por delante de la zona con más gente y que Jordi Matos en persona te diga «¡¡Vamos Jose!!»… Vaya inyección de moral… Ahora si que si… La consigna para la media maratón es clara: no caminar. Las dos primeras vueltas lo consigo, pero en la tercera he tenido que pararme a caminar 3 veces, aunque solo unos segundos.
En la última vuelta al cruzarme con Mireya, le digo que tire, que me puede pillar. Le quedaba todavía la subida para la última pulsera y a mí la subida para pasar por el chip. Mientras yo bajo a meta, me vuelvo a cruzar con ella. Me pasa por la cabeza esperar y entrar juntos, pero creo (y creo que correctamente), que le iba a hacer más ilusión vivir ese momento sola. Su primer half solo tres meses después de empezar a ir en bici… Así que tiro y decido entrar en meta y esperar a que llegue. Los que me conocéis sabéis que soy de lágrima fácil… Nunca antes había vivido lo que es esperar a alguien en meta… Es emocionante.
Al verla aparecer al fondo se me saltaban las lágrimas, fruto de la emoción de verla a ella, del sufrimiento que me ha supuesto acabar a mí, y de todo el cansancio acumulado de estos meses. Es muy grande poder compartir con la persona que más quieres algo así.
Quiero felicitar desde estas líneas a todo el equipo de iTriatletas Solidaris. A los que habéis participado y a los que simplemente habéis venido a animar. Os lo habéis currado. Felicitar especialmente a Mireya. Eres increíble. Estoy convencido de que juntos podemos conseguir cualquier cosa. Que sepas que tengo muy claro, que si acabo haciendo el Ironman, será gracias a ti. Agradecer a Sergi Davila sus ánimos en cada vuelta de run. Eres muy grande Sergi. A Rebeca, Jordi Matos y Sergi Garcia sus ánimos viniendo expresamente a animar a Mireya desde Barcelona. A Cons, por la sesión de fotos que me ha hecho. Y por último, agradecer a todos los que han creído en mí. A mis Morlacos, que sin vosotros nada de esto sería posible. Y un mensaje a los que no creen en mí: voy a seguir demostrando que si persigues tus sueños, tarde o temprano se cumplen…