Pues parecía que estaba más lejos pero no… está a la vuelta de la esquina… Y es que el fin de semana que viene, concretamente el día 14 de septiembre, tomaré la salida en mi segundo triatlón de media distancia (¿media?), en mi segundo HALF IRONMAN que suena más heavy… el SAILFISH HALF TRIATLÓ de Berga… Y yo con estos pelos… Y no me refiero a si voy depilado o no, o a si tengo que ir a cortarme el pelo.
Algo que parecía un sueño hace solo unos meses se ha convertido en toda una realidad. Tal vez motivo de la inconsciencia, o tal vez motivo de un exceso de euforia «no contenida», el caso es que decidí inscribirme a este half sabiendo que tenía poco tiempo para prepararlo, aunque lo único que tenía que trabajar de forma más concreta era la parte de la natación (otra vez). Faltaban dos meses y había preparado el half de Salou en 4 semanas… y tampoco me fue tan mal… Seguro que esta vez lo preparo mejor y con más tiempo… que inocente.
Pero resulta que las cosas no son como uno quiere que sean, y lo que en un inicio parece algo sencillo de planificar y de seguir, se convierte en un verdadero coñazo que no consigues llevar a cabo. La natación o te gusta o la odias. En mi caso soy de los segundos. Me aburre soberanamente. Posiblemente se deba a que no he nadado en condiciones jamás. Para el Extreme Man de Salou me dieron unas clases durante un par de semanas, que tuvieron como único fin que acabara la parte de agua en el tiempo necesario para pasar el corte de 1 hora que la organización establece para esa distancia.
En Salou se nada lógicamente en el mar, lo que sumado al uso del neopreno ayuda un poco a los que no tenemos ni idea de como se nada. Dicen los expertos en la materia, que si sabes nadar el neopreno te perjudica. No es mi caso, como os podéis imaginar. En el mar tienes mayor flotabilidad, debido a la alta concentración de sal en el agua, cosa que no sucede si nadas en un lago como es el caso de Berga. La ventaja del lago es la ausencia de olas, que tampoco esta nada mal. No se que es peor… flotar menos o que las olas no te permitan coger aire cuando toque… Yo prefiero flotar menos…
Pero esta vez se me ha ido de las manos. Nunca hasta este año había estado tan en forma. He bajado peso, he ganado músculo, he cogido experiencia con la bici, incluso corriendo voy mejor, gracias a un poco de técnica de carrera y a la perdida de peso. Pero dejar en entreno de natación a solo una semana de un half creo que es un poco una locura, o como les gusta llamarlo a Rafa y Soraya, una #morlacada en toda regla.

En 9 días tendré que ser capaz de nadar 1.900 metros en menos de una hora. Esto sin cansarme en exceso para poder afrontar los 90 kilómetros de bici de carretera con cierto desnivel y con un poco de calma, ya que tendré que dosificar mis fuerzas para correr después durante 21 kilómetros que la verdad, no se si son planos o no. No me he molestado en mirarlo.
Si en Salou lo que se me dio peor fue la carrera a pie, esta vez está claro que será la parte de la natación, lo mismo que me pasó en el SKODA TRIATLON SERIES DE ANDORRA (distancia Olimpica), donde incluso con la alegría que me dio la organización recortando una vuelta la duración del segmento por la temperatura del agua, lo pase realmente mal. Y eso que solo fueron 750 metros…
Como dirían en la televisión en ciertos programas o anuncios, «No lo intenten en sus casas. Esto está hecho en circunstancias controladas y por especialistas…». Aunque no soy un especialista ni en triatlón, ni mucho menos en distancia HALF, siempre había querido decir esa frase. Nos vemos en Berga.