Tal vez sea uno de esos calentones que me dan… Como dicen Rafa Gonzalez y Soraya Gil, “Una Morlacada”… Pero esta mañana me he dado cuenta definitivamente que lo que quiero hacer es un IRONMAN. Si, lo se… demasiado pronto… Debería consolidar mi experiencia en el half, para dar el salto en un par de años a la distancia IRONMAN. Pero si lo hiciera así, perdería mi sello de identidad… No, en serio. No quiero arrastrarme en la prueba. Quiero hacerlo con dignidad aunque lejos de los tiempos que los cracks del triatlón se marcan. Hoy en el IRONMAN de Frankfurt gente como Jordi Matos, Joan Tomas, Cristina Prat, Guillermo Lladó o Ferran Almeda, demuestran que hay que estar fuerte para estar arriba. Muy fuerte. Poco más de 9 horas en nadar 3,8kms, en recorrer 180kms de bici y acabar corriendo 42kms… 9 horas… Buff… Mi objetivo es claro. Acabarlo. Así de simple. Nadar 3,8kms es cuestión de echarle tiempo. Los 180kms de bici lo mismo, eso si, dosificando, que lo duro llega después. La carrera a pie es donde se gana o se pierde tiempo en un Ironman. En la natación los tiempos son más o menos apretados. En la bici las medias son altas, aunque en mi caso nadie me quitará al menos 6 horitas de bici… La gran incógnita será saber que tardaré en correr (¿correré?) 42kms después de semejante tute en la bici y el agua. Llegaré al maratón con unas 8 horas de carrera. ¿Cuánto tardaré en hacer el maratón? ¿6 horas? ¿7 horas?… Suena a locura, pero incluso si así fuera, sería todo un éxito para mí. El límite de tiempo para acabar un Ironman es de 17 horas. Si lo hiciera en 16h59m para mí ya sería un logro. Sobre el papel los números salen. Y salen mucho mejor.

Otra cosa sería hacerlo con un nivel de entreno como el de los PRO. Para mi imposible por horarios. La mayoría de ellos trabajan a turnos, además de contar con una genética envidiable. A mí ya me conocéis. Digamos que no tengo cuerpo de triatleta… ni de runner, ni de ciclista… y mucho menos de nadador. Deportista mediocre tirando a malo en todas las disciplinas. Y aunque eso lo suplo con la cabeza y la cabezonería que le echo cuando toca, hay que entrenar duro. El “Día D” será en Octubre de 2015, en el IRONMAN de Barcelona. Todo el entreno y las carreras de 2015 las planificaré en función de este objetivo. Pues nada… Ya está por escrito… Dicen los que saben de psicología deportiva que una de las claves para motivarse es hacer esto: dejarlo por escrito. En mi caso por escrito y además público.