“Si no disfrutas, no vale la pena”. Así de contundente es la frase “mantra” de mi amigo Juanlu, todo un crack en lo que a triatlón se refiere. Si no estoy equivocado, 7 “Ironman” el año pasado, siendo uno de ellos el EMBRUNMAN, que se celebra en los Alpes franceses. También suele utilizar otra que es la de “No pain, no gain”, o lo que es lo mismo, “Sin sufrimiento no hay recompensa”. Pues bien, este fin de semana he podido comprobar que ambas frases son poderosas y realmente válidas.

El sábado me tocaba tirada larga de running dentro del plan de entreno del Marató de Barcelona 2014, que se disputa en marzo. El domingo salida en bici de carretera, que junto al entreno del maratón, estoy utilizando para preparar el EXTREMEMAN de Salou del mes de mayo, un triatlón de media distancia. La tirada del sábado fue dura… No por la distancia de 20kms en si, que más o menos tenemos controlada, sino por tener que estar permanentemente pendientes del ritmo. Es muy fácil subir el ritmo o bajarlo de manera inconsciente, cosa que te puede suponer el fracaso en el maratón, dado que aguantar 42kms al mismo ritmo es complicado. El ritmo de ayer no era excesivamente rápido. Teníamos que hacer los 20 kilómetros a una velocidad de 5:45 minutos por kilómetro. Un ritmo asequible teniendo en cuenta que últimamente estamos haciendo tiradas de 15 y 18 kilómetros más rápido incluso.
En el entreno me acompañó nuestro “Sensei” Albert Moya, quien a sus 53 añazos recién cumplidos, apretaba en algunos tramos teniéndole que avisar varias veces de que nos pasábamos de ritmo. Insisto. Es muy importante mantener un ritmo adecuado en las tiradas largas. Si te pasas de velocidad, lo pagas. Fue un entreno divertido, ya que aunque finalmente nos salió una media de 5:34 minutos por kilómetro, fue un ritmo asequible que nos permitía mantener una buena conversación. Además, nos metimos por un tramo de camino que no sabíamos muy bien donde conducía, lo cual hace algo más ameno el recorrido. Después un buen y merecido almuerzo.

Hoy ha tocado bici de carretera. Bufff… 100 kilómetros con 1.100 metros de desnivel positivo. Aun así, la media de velocidad ha sido de 25,4 km/h. Un recorrido muy chulo, aunque hoy algo peligroso por la lluvia caída durante esta noche pasada. Recorrer las curvas de las Costas del Garraf con el pavimento mojado tiene su historia. La estabilidad de la bici de carretera es la que es, y con el suelo mojado disminuye una barbaridad. 100 kilómetros duros, porque el ritmo que lleva la grupeta con la que salgo es alto. Con todo y con eso nos vamos esperando y reagrupando en según que zonas, pero son unas máquinas. Con todo, se sufre. No dejan de ser casi 4 horas encima de la bici…
Este fin de semana he vivido las dos frases de Juanlu… He disfrutado… Tanto ayer sábado como hoy domingo. He sufrido, ambos días también. Espero haber mejorado… pero eso ya lo iré viendo…