Con este titulo cierra Juanlu la crónica de su 8º IRONMAN, esta vez en Niza este domingo pasado. La verdad es que el titulo es una frase lapidaria, que deberíamos aplicarnos todos los runners en cada entreno y en cada cursa en la que participemos. Sin más, os dejo el resumen de su IRONMAN desde los ojos de Juanlu, que para mi es un ejemplo esfuerzo y constancia.

«Ahora que ya he bajado del cielo de Niza y con los pies en el suelo, explicaré a petición de Jordi Serra el sufrido IM de Nice ’12.
Llevo realmente poco en esto, pero con mis 8 IM a cuestas sé que no hay IM fácil, el más duro se puede convertir en un paseo y el más fácil en un infierno. Llegué a Niza porque Delia y Enric hablaban maravillas de este IM, y como la verdad sea dicha, soy fácil de convencer para estas locuras, pues allí estábamos, ilusionados.
Niza es preciosa como ciudad, playa espectacular, color increíble del mar, un azul precioso.
Llegó el día, nervios, que os voy a contar. Llegada a boxes, nos juntamos Juanma, David y yo, nos enfundamos los neoprenos y nos dirigimos hacia la playa, vaya pedregal, casi un suplicio andar, ya me habían avisado. Cuando ves a tanta gente con neopreno y gorros azules…me acojoné un poco, la verdad, así que no me atreví a ponerme en el cajón de 1h06’ y nos pusimos en el de 1h14’. Salen los Pro y a continuación el resto, pero no por cajones, sino a la vez. Es posiblemente donde más palos me han dado, patadas, manotazos, gente sin gorro, gafas descolocadas, mucho descontrol. Cuando creía haberme librado de ésta batalla, llegada la primera boya y otra batalla campal. 1ª vuelta al saco, salgo del agua como puedo, de rodillas, imposible pisar esas piedras, me extiende la mano un voluntario y me saca de ese muro, vuelta al agua para terminar los 1400m restantes. Transición, bici y a disfrutar, salida por la Promendade a petar, increíble, muchísima gente y sólo eran las 7:45h, precioso. Km 20 de bici, inesperado, subidote bestia y sin aviso. Meto todo lo que llevo, esto me ha cogido de sorpresa, gente animando, gritando, cencerros, ya sabéis, impresionante. Muchos ciclistas pie en el suelo arrastrando la bici y más gente intentando volver a colocar la cadena en el plato, esto ya pronosticaba que el dia iba a ser más duro de lo previsto. Si este es el km 20, que Dios nos pille confesaos. Puertaco de 23 km, falsos llanos, más subes que bajas (eh Juanma?) Voy comiendo, bebiendo a medida que pasan los km y geles, mi cagada en este IM ( me recomendaron unos geles que decían iban muy bien, sin haberlos probado antes, vaya cagada de novato total) Me sentaron como un tiro y me metí 3 durante la bici. Bucle, última subida para bajar hasta Niza, ahí pude adelantar a bastante gente, pero os diré que ví muchísimas, y cuando digo muchísimas, son muchísimas, caídas de 3 y 4 ciclistas a la vez, en cadena, que me hizo apretar el freno por no decir otras cosas. Llegada a Niza y listos los 180km, transición (LAP Enric ;))) empieza mi verdadero suplício, bambas, gorra, cojo geles y empieza la maratón, bochorno, mucho bochorno y un ir y venir de ambulancias para atender a gente mareada en el suelo. Realmente no me sentí mal hasta el km 8 de carrera a pie, cuando empezaron las ganas de vomitar, lo peor que me podía pasar, porque no sé vomitar, me cuesta horrores, así que el estómago estaba destrozado y a peor. Aparición de Pablo (Equipo Where is the limit) Pablo es un amigo de Delia que conocí en la ultra trail del Aneto y el que me hizo llegar arrastras hasta la meta ( Gracias Pablo, te debo unas cervezas), maratón sufriendo más que nunca, llegada a meta con Paula y Jan, estos si que son duros. 13h 54’, el peor tiempo de mi corta vida ironman. (por cierto, durante toda la carrera no comí nada, no más geles, se los dí todos a Ruth, sólo agua).
Lo dicho, no hay IM fácil, lo único que tienen en común los IM, es que son increíbles, espectaculares e irrepetibles. Para unos fáciles, para otros difíciles, pero simplemente diferentes para cada uno de los más de 2500 valientes IM que ayer lo dieron todo por la mítica medalla Finisher.
Por cierto, volveré tarde o temprano a Nice, tengo una espinita clavada en ese maratón, y sin más, agradeceros a todos vuestro apoyo, sin vosotros no hubiera sido posible.
…Si no disfrutas… no merece la pena.»

La verdad es que después de leerlo dan ganas de prepararse para vivir el tuyo propio… Yo de momento me conformaré este año con hacer un triatlon olímpico… 😉