Lo que se está viviendo hoy en la Ultra Trail Vall d’Aran está siendo épico, aunque seguramente me quede corto… Lluvia y más lluvia durante casi todo el día, ha hecho que la primera parte de la carrera esté siendo un auténtico calvario para los participantes. Aún así, a las 16:00 horas, de los 170 valientes que han tomado la salida solo habían tenido que abandonar 3.
Mientras hemos estado en el avituallamiento del kilómetro 57 (CP5) viendo llegar a los corredores totalmente empapados, hemos podido comentar con los voluntarios que estaban en ese punto de control como iba la carrera y nos hemos podido hacer una idea de lo que han vivido «ahí arriba».
En ese momento Laia Diez corría en primera posición en categoría femenina y hacía ya un buen rato que había pasado. Iba en octava posición de la general. Por detrás, un grupo de participantes que había decidido avanzar juntos por seguridad, le veía las orejas al lobo… Una tormenta eléctrica les ha sorprendido en la parte más alta del recorrido. Pero a uno de ellos le marcará especialmente… Un rayo le ha caído bien cerca, dando de lleno en una gran roca y partiéndolo por la mitad como si de un trozo de cerámica se tratara. El grupo ha decidido darse la vuelta, pero al cabo de un rato han visto que no tenía sentido ir hacia atrás y han vuelto a emprender la marcha.
Ya en el punto de control, los comentarios de los participantes que iban llegando iban contando su experiencia. Miedo era el sentimiento general de los corredores. Con la montaña no se bromea. Les ha quedado claro. De todas formas, todos tenían tablas en esto de las ultras. A pesar de ello, alguno tomaba la decisión de abandonar en ese punto. Sus palabras me han impactado, por la frialdad con la que las pronunciaba: «Me quedo aquí. No tiene sentido seguir. Prefiero quedarme y que no me tengan que ir a recoger allí arriba.»
Los que continuaban, comían algo, se cambiaban de ropa, comentaban la jugada con los que estábamos allí y seguían. ¡Vaya cracks! Llegaban empapados, se cambiaban y al cabo de unos pocos metros de reanudar la marcha, volvían a quedar empapados. Alguno, que se ha tomado un buen tiempo en el avituallamiento, ha tenido más suerte. Uno de los que han llegado mientras estábamos nosotros, se ha cambiado de ropa, ha comido un par de platos de pasta y se ha quedado un buen rato descansando. Mientras, la tormenta ha cesado y les ha dado una tregua, con lo que al final ha reanudado la marcha totalmente seco. Seguro que lo agradece mientras no llueva.
Ha sido muy emocionante. Compartir ese rato con alguno de ellos, ayudándoles en lo que podíamos, y comentando con ellos la carrera, ha sido brutal. Son auténticos héroes. A muchos les quedan muchas horas por delante. Mientras escribo estas lineas, todavía hay corredores llegando a ese punto de control (tras 13 horas de carrera), por lo que para completar los 122 kilómetros de los que consta la prueba, les quedarán otras 15 horas… ¡¡Mucha suerte a todos desde Siempre Corriendo chicos!!
Mientras esto sucedía, en la categoría TRAIL (49kms), Gerard Morales y Pau Bartoló del Team Buff llegaban juntos en categoría masculina y Núria Picas se proclamaba ganadora de la categoría femenina. También se ha celebrado la categoría SHORT (18kms).