Crónica Orbea Maraton Monegros 2014

Respeto. Miedo no, pero si respeto. 115 kilómetros en bici de montaña no los había hecho nunca, y esa es la distancia que hay que recorrer en el ORBEA MARATON MONEGROS. Es más, lo máximo que había recorrido en btt eran 80 kilómetros y hace un montón de años… Si que es cierto que últimamente le pego bastante a la bici de carretera, pero la verdad es que solo de pensar que tendría que estar sobre la bici al menos unas 5 horas, me venían todas las dudas del mundo.

A las 7 de la mañana salíamos desde Hospitalet Laia, Rafa y Soraya. Rafa y Soraya en su coche con sus bicis y Laia, su amigo Rafa y yo en el mío con mi bici, ya que las suyas las habían llevado unos amigos suyos desde Gandia. Al llegar nos encontraríamos con mi hermana Jordi y Juan. Tras un viaje de risas, nervios y dudas, llegábamos sobre las 10:30 a recoger los dorsales y a tomar un bocado con el resto. Ahora tocaba prepararlo todo, ver que la bici estaba Ok, y comer. La carrera empezaba a las 13:30 horas y el cielo amenazaba lluvia en cualquier momento.

Con Rafa y Soraya tras recoger los dorsales. La risa es de nervios...
Con Rafa y Soraya tras recoger los dorsales. La risa es de nervios…

Cuando nos ponemos en la salida nos damos cuenta de que nos hemos equivocado. Estamos muy atrás. Casi al final. Eso será un hándicap para poder ir rápido en los primeros kilómetros. Desde que dan la salida, hasta que pasamos por el arco pasan unos 20 minutos. Y otros 20 para conseguir salir del pueblo. No llevamos ni un kilómetro y estamos caminando con la bici al lado, porque ir montado es peor. Así llegamos al primer sendero de tierra donde ya se puede circular con normalidad. Eso hasta que llegamos a algún charco que ocupa todo el camino. Se forman unos tapones horribles, que hacen que sigamos perdiendo tiempo. En este punto Jordi y Juan se han distanciado, Laia salía en la zona de delante y conmigo rodaban Rafa y Soraya. Sobre el kilómetro 15 Rafa me dice que tire, que si puedo ir más rápido que tire. Inicialmente no le hago caso y continuo con ellos, pero veo que puedo tirar y finalmente me voy. En el 20 me paro a quitarme el cortavientos. Arranco de nuevo y hasta el kilómetro 30 donde estaba el primer avituallamiento. En estos kilómetros me sorprende el número de pinchazos y las caídas… Mucha gente atendida por la Cruz Roja, pero mucha.

Encantado con mi WRC Pro. Se ha portado bien.
Encantado con mi WRC Pro. Se ha portado bien.

Al llegar al avituallamiento sorpresa. Me junto a Jordi y Juan que no esperaban verme tan adelante. También veo a Laia, quien está rodando con una bici que le ha dejado la organización ya que la suya no había llegado… Un 10 a la organización en este punto. Dejarle un pepino de bici a un participante al que no le ha llegado la suya, es un detallazo… A los pocos minutos llegan Rafa y Soraya. Le digo a Rafa que me veo bien. El me advierte de que son 115kms, que no me pase de ritmo. Le pregunto si les espero y me dice que tire, así que me voy con Juan, Jordi y con Jaume que viene desde Badalona, a quien hemos conocido allí. Buen tío. Jaume, si lees esta crónica envíame un correo!!

Ahora empieza la subida fuerte. Corta pero intensa. Si en la salida caían una gotas de lluvia y hacía incluso frío, ahora hace mucho sol. Incluso calor. Subimos unos 450 metros de desnivel en unos 7 kilómetros de recorrido. La sorpresa de Jordi y Juan al verme me ha dado ánimos. A eso le sumo la barrita que me he comido a la hora de camino, y a la tarta de manzana del avituallamiento. Voy fino. Me siento bien, y en la subida adelanto a mucha gente. Me sorprende ver como adelanto a las 29” con mucha facilidad. Está claro que es un tema de piernas. Voy con Jaume y al llegar arriba creo que Juan ha tirado pero que Jordi va detrás. Le esperamos unos minutos pero no llega. Suponemos que ha tirado con Juan pero que me he despistado y no lo he visto adelantarme. Bajamos a buen ritmo, charlando y comentando la jugada. Infinidad de bidones por el camino de gente a la que se le caen al coger un bache o al intentar ponerlo en el portabidón en marcha. Así hasta el km 60. Allí no vemos tampoco a Jordi ni a Juan. Si veo llegar a Laia cuando nosotros ya salimos, tras comernos otro trozo de tarta de manzana y un bocadillo de atún con mayonesa. ¡¡Vaya avituallamientos!! Muy bien. Entre las barritas, los avituallamientos y la bebida acabaré la carrera con más peso de cuando he empezado.

Juan y Jordi en la salida.
Juan y Jordi en la salida.

Desde el kilómetro 60 hasta el kilómetro 85 no para de subir. 25 kilómetros de rampa constante. Voy casi todo el rato con el plato grande a pesar de la subida. Me siento bien aunque por la cabeza me da vueltas el consejo de Rafa. Jaume y yo nos enganchamos a un grupo de bikers de “PIT I COLLONS” que van haciendo relevos. Vamos como locos adelantando a todo el mundo. Les ayudamos en los relevos y seguimos tirando, aunque en el kilómetro 75 aproximadamente pierdo un poco de ritmo y se me van. Sufriendo un poco desde el 75 al 85 vamos tirando, sin bajar mucho el ritmo. Nos paramos para comer una barrita y “aligerar líquidos del cuerpo”. El avituallamiento no llega nunca, y llevamos más de hora y cuarto sin comer nada. Eso puede hacer que pinchemos, así que decidimos parar. Tras reanudar la marcha, un par de kilómetros después, llega el avituallamiento. Rellenamos los bidones y salimos.

Con Jordi en el kilómetro 30
Con Jordi en el kilómetro 30

Ahora casi todo es bajada. Se está tapando de nuevo. En la bajada voy poseído. Adelanto a mucha gente. Por la derecha, por la izquierda, siempre avisando o pidiendo paso para que no haya percances. Voy esperando a Jaume que no baja tan deprisa. Aprieta un poco la lluvia y aparece el arco iris… Paisaje bucólico… que llega justo en la barrera psicológica del kilómetro 100. Dudo si pararme a hacernos una foto con el cartel, pero decidimos tirar. Lo que queda es ligera subida. Poco a poco me distancio de Jaume, al que pierdo de vista. Decido darlo todo y tirar. Sigo adelantando a gente. Es increíble. Nos hemos juntado con los de la corta, pero adelanto a unos y a otros. No parece que lleve más de 100 kilómetros encima. Me miran como diciendo que de donde salgo, pero es que me siento genial. Pasamos por el cartel del 115… ¿¿Pero aún no se acaba?? ¡¡¡Siiiii…!!! Ya se oye el “speaker”. Entro en meta con un tiempo en mi GPS de 5 horas 32 minutos en movimiento, que sumando lo avituallamientos y paradas acabaron siendo 6 horas y 19 minutos. Allí veo a mi hermana esperándome… Voy hacia ella y rompo a llorar. Hacía tiempo que no me pasaba. Me he sentido genial durante toda la carrera. Lo he dado todo, pero con cabeza. Me ha resultado relativamente fácil, pero eso no le quita dureza. Es una carrera larga, con momentos más mentales que físicos, aunque hay que tener claro que le has de pedir a las piernas un buen esfuerzo.

Kilómetro 60. Las piernas dicen que hay algo de polvo en el camino...
Kilómetro 60. Las piernas dicen que hay algo de polvo en el camino…

Jordi y Juan me han sacado solo 6 minutos. Sinceramente pensaba que con las 29” iban a sacarme una buena diferencia. Soraya y Rafa han llegado unos 50 minutos después, y les ha pillado un buen tormentón. Lo mismo a Laia, que ha entrado con 1 hora y 10 minutos de diferencia.

Hace unas 20 horas que he acabado, y me encuentro perfectamente. Ni una molestia, ni un dolor en las piernas. Solo alguna sobrecarga en los hombros y en las manos, de ir demasiado tenso sobre el manillar. Tengo muy claro que el año que viene repito. Me ha encantado. Ahora toca nadar y correr. En 14 días EXTREME MAN de SALOU… Ahí es nada.

CLASIFICACIONES ORBEA MARATON MONEGROS 2014

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