Para correr un maratón hay que levantarse temprano. Concretamente a las 5:30 horas en mi caso. Motivación a tope. Cuatro meses preparándome junto al resto del team. Muchas ganas de correr y de bajar mi tiempo en la distancia. Había quedado con Miguel a las 6:45 horas para ir en autobús desde El Prat, pero ahí ya no hemos empezado bien. Se nos ha escapado por un par de minutos. Al final en coche hasta la salida.
Ya en el punto de encuentro han ido llegando los Morlacos que hoy participábamos en el maratón. Mientras comentábamos la jugada y soltábamos los nervios, que eran muchos, hemos podido saludar a David Pardo (un crack que se ha marcado hoy 2h48m) y a Raquel del WITL? que iba a hacer de «supporter» junto a Judith. Ya solos, nos vamos cada uno a llevar sus cosas al guardarropa para volver al mismo punto y hacernos la foto de rigor.

Nos dirigimos cada uno a su cajón. Albert, Toni, Miguel, Jose, Mireia, Soraya y yo salimos del mismo cajón. Mireia, Miguel, Toni y yo tenemos pensado bajar de las 4 horas y vamos a llevar un ritmo más rápido que Albert, Soraya y Jose. En ese momento soy consciente de que estoy más nervioso de la cuenta. Risas, bromas, gritos, saltos… Da igual lo que hagas para sacarlos. Estás a punto de correr un maratón. Es difícil de explicar. Aunque te has preparado, aunque sabes lo que es porque lo has corrido más veces, aunque sobre el papel los números salen, en el momento de la verdad es una auténtica lotería.
La salida era a las 8:30 horas, pero en ese momento salen los atletas en silla de ruedas, y el grupo que lleva Alex Parreño que iban a empujar la sillas de gente que no puede correr. Gran iniciativa de «Corre amb mi«. El resto del maratón sale unos minutos más tarde. Nosotros salimos cuando la cabeza de carrera lleva ya al menos 12 minutos de ventaja. Cruzamos Plaza España y entramos por Ctra. de Sants. Llevamos menos de 2 kilómetros y ya le comento a Toni que las rodillas «me molestan». Risas y seguimos. Vamos un poco por debajo de lo previsto. Más rápido, pero nos irá bien teniendo en cuenta que debemos subir por Numancia y luego hasta Diagonal por el Campo del F.C. Barcelona.
Lo que no les digo a ninguno de los tres (Mireia, Miguel y Toni), es que las molestias en el isquio que tuve en los kilómetros finales de la Mitja del Prat acaban de reproducirse en el kilómetro 3… Ahí mi cabeza me avisa de que va a ser una carrera muy larga, pero no bajamos el ritmo. No hace falta asustarles. Vamos a por el SUB 4 horas. Seguimos y seguimos… Vamos bien de ritmo. Bebiendo en todos los avituallamientos, comentando, hablando poco, y vigilando que nadie se quede. Mireia está muy fuerte y sigue mis pasos a veces detrás pero casi siempre a mi lado. Toni a momentos se queda rezagado, excepto cuando se pone a jugar con las chicas que están en los «avituallamientos» con las bandejas del agua… Ahí se deja llevar mientras juega con ellas a salpicarles. Miguel está es estos kilómetros haciendo una carrera muy seria. Concentrado, callado.

Tras pasar la subida de Pso. de Gracia y ver allí a Yolanda haciéndonos alguna foto, en un momento puntual me llevo la mano al isquio de la pierna izquierda. Toni se da cuenta y me pregunta. «Una pequeña molestia. No es nada». Estamos en el kilómetro 15,5 aproximadamente. Ahora bajamos por Sagrada Familia que esta a reventar de gente. Allí veo a Carlos con la cámara y la camiseta morlaca. Subidón de adrenalina y continuamos bajando hasta la calle Valencia donde encontramos otra sorpresa: ¡¡Roger esta allí animándonos a grito pelado!! ¡¡Que grande eres crack!!
Aviso a Mireia de que viene para mi la peor parte del recorrido. La temida Meridiana con ida y vuelta. Es horrible mentalmente, pero hoy la he gestionado un poco mejor. A pesar de todo, creo que ahí ya he empezado a flaquear. Me esta costando seguir el ritmo del grupo, pero por el momento aguanto. Nos cruzamos con Alfonso que va bastante por delante de la liebre de las 3h30m y se le ve bien.
Tras la bajada por Bac de Roda llegamos a Gran Via dirección Badalona y allí otra sorpresa. Toni me toca la espalda y me dice «Preguntan por ti» y allí esta Miriam Garcia del WITL?. Lleva buen ritmo y se le ve cómoda. Le digo que tire, que no puedo seguirla y me dice «¡¡Tenemos que entrar juntos en meta!!» y yo le contesto con total franqueza que esta vez no podrá ser… En ese momento Mireia y Toni nos cogen unos metros de ventaja. Empezamos a notar el calor y ya llevamos más de 2 horas corriendo. Estamos para pocas bromas. En el kilómetro 25 le digo a Miguel que tire. Tengo que pararme entre dos contenedores a «cambiar el agua al canario». A partir de ese momento, mi maratón pasa a otro nivel.
Ya no será un maratón para bajar de 4 horas. Ahora toca luchar por acabarlo. Al ir pisando mal con la pierna izquierda por el isquio y el talón, la derecha lo está pagando con creces y el gemelo me avisa cada pocos metros de que en cualquier momento, va a subirse a la altura de la cintura como mínimo. No puedo mantener un ritmo como el que llevábamos que estaba sobre los 5:30 por kilómetro, y paso a correr incluso por encima de 6 minutos el kilómetro. Ni así consigo que el gemelo «vuelva» a su sitio. Sigue tocándome los cojones cada pocos metros y me obliga a caminar. Intento cuadrar esos momentos de andar con los avituallamientos, que he de decir que han estado genial. Cada dos por tres encontrábamos agua y Powerade. El tramo de Diagonal que también es de ida y vuelta se me atraganta. Da igual de que maratón hable. Siempre es lo mismo. Mentalmente estos tramos son muy duros. Si además no puedes correr como toca y ves que la gente te pasa, se te hace un mundo.

Ya estamos en el 32. Solo quedan 10 kilómetros, pero prometen ser épicos. Esta vez no puedo achacarle el problema ni al entreno, ni a la hidratación, ni a los geles. Los he tomado cuando tocaba. En el tramo del litoral sufrimos todos. Desde Diagonal tengo la sensación de ver muchísima gente caminando. Con mi «trote cochinero» que me permite correr un poco, adelanto a mucha gente, pero cada vez que tengo que pararme a estirar o a caminar, me adelantan sin remedio. De repente escucho un grito de «Morlacooo» y allí esta Jordi Cuesta, que se viene unos metros a mi lado. Seguro que no le ha costado seguir mi ritmo…
Sigo con mi ritmo cansino y llegamos a Arc de Triomf. Ese tramo vuelve a tener animación. El litoral ha sido bastante pobre en ese sentido. Al ver el monumento han venido imágenes a mi cabeza de mi anterior maratón, donde Ivan y Albert tuvieron que ayudarme a estirar en ese tramo. Hoy he tenido que pedírselo a un tío ingles (creo) que no conocía de nada. Ya estamos en el 36. Aunque sea andando llego… Las 4 horas acaban de «sonar» en mi reloj… ya no tengo presión por el tiempo. Bueno, realmente hace rato que no la tengo. Exactamente desde que me ha adelantado en Diagonal la liebre de las 4 horas, al poco de cruzarme con Jose que estaba haciendo el tramo de ida.
Al girar en Ronda de Sant Pere y bajar por Portal de l’Angel subidón de nuevo. Esta vez por la cantidad de gente que hay agolpada animando. Consigo subir un poco el ritmo, pero es totalmente anecdótico. Me dura hasta la catedral, donde me paro en el puesto de fisioterapia para que me den un pequeño masaje en el gemelo derecho. Noto mejoría, pero me durara muy poco ya que el talón izquierdo me duele horrores. Me obliga a pisar con la parte delantera del pie, como si fuera 2 minutos por kilómetro más rápido y tuviera buena técnica. Pero en mi caso lo que consigo con ello es parecer Chiquito de la Calzada… Da lo mismo, solo quedan poco más de 3 kilómetros.

La entrada en Paral.lel me hace pensar en Enric, que comentó que iba a estar por allí. Solo de pensar en la gente que ha dicho que pasaría por meta, me emociono. Ahora si que voy acompañado de «caminantes» o de Walking Dead, como queráis llamarles. El tramo de Ronda de Sant Pau consigue el Paral.lel se nos haga «menos largo» y cuando regresamos a él ya vemos el arco de la curva de entrada en meta. Momentazo. Unos metros más y ya está. Es el kilómetro 41. Al menos mejoraré mi tiempo en maratón. Entonces veo a Enric con el cortavientos Morlaco, que me ve a lo lejos y me anima moviendo los brazos y gritándome que ya lo tengo. Primeras lagrimas… A los pocos metros otro cortavientos Morlaco, esta vez David, que no ha podido entrenar a pesar de haberse inscrito, y unos metros más arriba están Noelia y Javi del C.C. La Catalana, que me sufren en nuestras salidas en bici.
Ya lo tengo, solo queda el giro y la recta de meta. Nada más girar escucho a Ana, Yolanda, Sandra, Vane y Lola, y a los pocos metros a Dani y Carmen. No veo a mi hermana. Solo me quedan unos 20 metros para cruzar la meta y ya estoy llorando… Me pongo las manos en la cara y… ¡¡¡FINISHER!!!! Mi tercer maratón de Barcelona al saco. No como lo había soñado, pero aquí esta. Recojo el agua y el Powerade y continuo hasta donde te cuelgan la medalla. Cuando veo a la chica con ella en la mano haciendo el gesto para ponérmela rompo a llorar de nuevo. Casi la abrazo y le doy dos besos…
Entonces escucho a mi cuñado, con la camiseta morlaca, mi hermana y la niña. Bufff… y allí está Toni. Nos vemos, nos saludamos y nos fundimos en un abrazo mientras llorando le cuento lo duro que ha sido, aunque no hace falta. El lo sabe muy bien. Ahora a esperar a los que faltan por llegar.
Gracias a todos los que habéis estado aunque sea en la distancia apoyándonos y animándonos. Sois muy grandes. Gracias a los que me habéis llamado, enviado mensajes, etc… Gracias a Miguel Macias por recorrerse media Barcelona para animarnos, a Carlos por estar en Sagrada Familia, a Roger por recorrerse también un buen tramo para animar en dos sitios, a Jordi, porque siempre es un placer correr contigo, a Mireia por los kilómetros que hemos compartido, a Toni y Miguel porque joder… hemos tirado los cuatro de los cuatro durante un buen rato, a Javi y Noelia por animar cuando más lo necesitaba, a Kira y Esteban que han salido en bici pero han ido a meta a ver si nos veían, a Enric por cumplir su promesa de que estaría allí, también donde más falta hacía, a David con Fina y Dani… Grandes!!!, a mi hermana, a Jordi y a mi sobrina… Que grande llegar y que te den ese abrazo… A Dani y Carmen que ya me han visto entrar en meta en dos maratones y vinieron expresamente a ello… a Jose, Sensei, Manu, Soraya, Artur, Alfonso, Cesar, Rafa, Raquel, Miriam, David… este deporte me encanta… Gracias a el os he conocido a casi todos. Si hace falta correr de nuevo otro maratón para pasar unos minutos con vosotros, y sentir todo lo que he sentido hoy, lo vuelvo a correr, pero si no os importa, esperaré un año… ¿ok?
Gran crónica josé Luís, está claro que hoy no era día de grandes gestas contra el crono sino de intentar pasar el trance lo mejor posible.
Salud
Gracias crack!!! Como te ha ido a ti??
No muy bien, pero vamos sumando, que es lo que cuenta.
Eso es!!! Nosotros lo llamamos #morlacosattitude 😜
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