Jordi Saragossa (8 de Octubre de 1988, Barcelona). Estoy esperándole en un banco de Poble Nou, barrio de Barcelona. Como ya me paso la semana pasada, estoy de los nervios. Este es un terreno desconocido para mi. Me llega un mensaje suyo de Facebook. Por el mensaje ya veo que será una entrevista divertida. «De los tres que estáis sentados, ¿quien eres?» Yo levanto la cabeza, miro los bancos de mi alrededor y le contesto: «El que se esta riendo…»

Cuando llega a saludarme alucino. No sabía que era tan joven. Mira que he investigado esta semana durante horas por las noches, para saber detalles sobre el y su trabajo. Al final no sirve de nada, o mejor dicho de casi nada. En dos entrevistas he aprendido que el guión que preparo solo sirve para llenar la mesa, porque las conversaciones fluyen. Mientras caminamos a la cafetería donde vamos a sentarnos, Jordi me cuenta que conoció a Kilian Jornet en 2009 y que es monitor de un centro excursionista de Poble Nou. Me cuenta un poco su currículo de carreras en las que ha realizado fotografías. Las más importantes.
En 2010 asiste a la Ultra Trail du Mont Blanc (UTMB) que finalmente se cancela por el mal tiempo. Aún así, le pide a Kilian Jornet si le puede hacer un reportaje y Kilian accede.
En 2011 repite en la UTMB, pero esta vez de la mano de SALOMON, que lo fichan por su trabajo durante el año anterior.
En 2012 además de ir a la UTMB, también va a ZEGAMA, CAVALLS DEL VENT, SKY GAMES y KIMA (Italia).
Ya en 2013 TRANSVULCANIA, ZEGAMA, ANDORRA ULTRA TRAIL… Ahí es nada.
¿Como empezaste en esto de la fotografía? ¿Viene de familia?
«Empecé haciendo de modelo… -se ríe. -Para mis padres era el niño más guapo del mundo, junto a mi hermano. Yo veía a mi padre y a mi hermano con la cámara a todas horas. Con dos años ya iba disparando fotos con la cámara colgada al cuello».
Mientras estudia el bachillerato empieza a colaborar con el diario electrónico ESPORTIU.CAT, lo que le permite unir a la fotografía su otra pasión: el FC BARCELONA. Hace fotos de los partidos, aunque reconoce que prefiere ver el fútbol desde la grada. «Así puedo gritarle al árbitro»
¿Y la foto de montaña? ¿Por que el trail running?
«A mi me apasiona la montaña. Soy monitor de un centro excursionista de aquí, de Barcelona. Nos llevamos a los chavales fuera de la locura de la ciudad. A eso hay que sumar que tuve la suerte de conocer a Kilian, y una cosa lleva a la otra. La montaña me apasiona desde muy pequeño. Me encuentro muy a gusto en la montaña. Además, me ayuda mucho en mi trabajo conocer la montaña y como se tiene que mover uno en ella.
En KIMA me situé en un saliente tan increíble, que uno de los bomberos que estaban por la zona para la asistencia en caso de accidente, me obligó a atarme a unas rocas para que no me fuera abajo».
¿Qué equipo utilizas?
«Ahora mismo suelo ir con dos cámaras, una con teleobjetivo y otra con objetivo normal o gran angular. Cuando nos llevan en helicóptero a alguna localización, no tienes tiempo de ir cambiando el objetivo, y siempre corres el riesgo de que se te caiga la cámara, ya que vamos con la puerta abierta.
En cuanto a objetivos, me encanta el gran angular. Te obliga a estar encima de la acción, encima de los corredores, en primera persona.
Siempre he defendido que la cámara no es importante. Que lo que cuenta es el fotógrafo. Tuve que demostrarlo a la fuerza en la UTMB. Tres días antes de la carrera me robaron todo el material. Mi padre me presto una cámara para que pudiera hacer el reportaje. Una cámara y un objetivo… Eso fue todo».
En nuestro Facebook un fan nos preguntaba si prefieres analógico o digital. Está claro que es un tema de precio. ¿Cuantas fotos puedes disparar en una carrera?
«La cuenta es fácil. A cada corredor le suelo hacer entre 6 y 8 fotos. Los carretes son de 36. ¡¡Estaría cambiando carretes a cada momento!!. A modo de ejemplo, en ZEGAMA hice unas 500 fotografías, y en la UTMB unas 1000.
¿Retoque fotográfico si o retoque fotográfico no?
Soy fan del pequeño retoque. Me refiero a retoques de luz, brillo, cosas así. Con Photoshop se puede hacer cualquier cosa, pero no hago nada. Me gusta ver la realidad de lo que vivo en la montaña. Solo he retocado una vez una imagen un poco más. Era una foto de Anton Krupicka. Hice la imagen perfecta por posición, por luz, pero Anton tenia los ojos cerrados. Tuve que cambiarle los ojos por los de otra foto».
Durante la entrevista no para de reír. Es un tio genial y me lo esta poniendo muy fácil…
¿Alguna vez has tenido que ayudar a alguien por alguna caída? ¿Y tu? ¿Alguna situación peligrosa?
La verdad es que no. Como mucho he ayudado a algún compañero que le falta un objetivo, o que se la ha perdido algo. Esta todo el riesgo bastante controlado.
¿Como llegas a esas localizaciones tan espectaculares?
Normalmente voy antes de la carrera a ver el recorrido. Hablo con la organización y les digo donde quiero hacer alguna foto, y que quiero estar en la salida y en la llegada a meta. La verdad es que a veces es de locos. Helicópteros, coche, caminatas, horas de espera con el clima que sea… No es sencillo. Para pasar el tiempo más ameno, lo que suelo hacer es controlar el tiempo que se lleva un corredor a otro. Muchos preguntan cuanto tiempo les saca el de delante. No me cuesta nada decírselo».

Tienes la suerte de conocer a todos los cracks del running. ¿Como son?
Son como de la familia. Son gente muy cercana. Con Kilian por ejemplo, somos casi de la misma edad. La complicidad es total. Piensa que además de las carreras, gracias a estar dentro del equipo de SALOMON, comparto con ellos mucho más tiempo. La previa y la post-carrera la pasamos juntos, o bien en el hotel o bien en alguna casa. Aquí se ríe de nuevo. En realidad no deja de hacerlo en toda la entrevista.
«Es como irse con la familia. En las carreras vivo con ellos».
¿Alguna anécdota que recuerdes en especial con alguno de ellos?
Jordi se rie y pone cara pícara… «Podríamos estar horas… En 2011 en la UTMB recuerdo que Kilian iba tan sobrado, que fue como hacer una sesión de fotos. Cuando los veía llegar le hacia señas de por donde quería que pasaran, y el los llevaba detrás suyo para que les pudiera hacer la foto que yo quería. En 2012, en KIMA (Italia), fue la primera vez que me llevaron en helicóptero a una localización. Me llevaron a un pico, se acercó el helicóptero a unos cms de la montaña y me dijeron «¡¡Salta!!». Cuando se fue el helicóptero pensé que no sabía si vendría a recogerme o no. Vinieron… y repetimos el proceso en dos o tres sitios más».
Recientemente te han operado de la rodilla. ¿Qué pasó?
«Yo he jugado siempre a fútbol sala. Me llegaron a llamar de la selección catalana. Jugaba en un equipo de Barcelona. En un amistoso me lesioné tras una entrada del portero, que no llevaba muy bien que le regateara para marcar… Tras varias lesiones menores de rodilla, entrenando con mi hermano por la montaña, me caí, con tan mala suerte que me disloqué la rodilla. Los médicos aprovecharon la operación para hacer apaños varios dentro de mi articulación. Recuerdo que fue en La Mola, estando a 5 kilómetros del coche. Mi hermano me tuvo que ayudar llevándome casi a cuestas y yo a la «pata coja» esos 5 kilómetros, que tardamos en recorrer unas 2 horas. En esos momentos es cuando te das cuenta de lo que estamos haciendo cuando corremos por la montaña».
Hay una foto que me encanta… Bueno, más de una. Pero hay una especialmente. Se te ve a ti en primer plano y a Kilian por detrás. Se os ve felices… ¿Cual es tu mejor foto?
«Tengo muchas que me encantan, pero hasta este verano lo tenía muy claro. Fue en KIMA, en la que el bombero me ató. No por la foto en si, si no por el sitio, por la situación. Pero desde verano tengo otra favorita… Fue una a Anton Krupicka. En esta ocasión fue por como la pude preparar. Los «flashes», la iluminación… me encanta».

¿Como calculas cuando pasaran los corredores por donde tu esperas?
«Voy con tiempo. Calculo el paso a un tiempo que no pueden hacer seguro, aunque he tenido alguna sorpresa por perderme o por liarme a hacer otra foto en algún sitio, al que he tardado en llegar más de lo esperado. Una vez llegué a meta después de que Kilian hubiera entrado. Me dijo que había llegado dos minutos antes, y que si quería volvía a entrar en meta para que le hiciera las fotos. Le dije que no. Me había parado a hacer una foto en un pico de 3000 metros… Tardé mas de lo previsto en llegar».
Cavalls del Vent 2012 fue muy duro climatológicamente hablando y trágico en lo deportivo. ¿Que os pasa por la cabeza en esos momentos?
«Nos enteramos a la mañana siguiente. La mayoría llevamos tantas carreras encima, que no somos conscientes de que esto es un deporte extremo. En estos casos te das cuenta de que esto no es una broma. Hay que ir preparado. Teresa iba preparada, pero la montaña es así.
El efecto Kilian tiene por un lado la suerte de popularizar el trail running, pero por otro lado, hace que todo parezca tan fácil, que la gente le pierde el respeto a la montaña».
¿Hacia donde se dirige Jordi Saragossa?
«Buff… No se. No me lo planteo. Se donde estoy ahora. Estoy trabajando para SALOMON, BUFF y la FEDERACION INTERNACIONAL SKY RUNNING. Lo que tengo claro es que esto tiene fecha de caducidad. He vivido desde dentro la explosión del trail, pero seguro que viviré cuando se desinfle. Por ahora estoy aquí».

Esta semana aparecía una imagen tuya en la revista NATIONAL GEOGRAPHIC… ¿Qué pasada no?
«Pues si. Era un sueño que todo fotógrafo tiene desde pequeño. Cuando me llamaron por teléfono conteste y me sorprendió, la verdad. Estoy encantado».
¿Cual es tu mejor recuerdo desde que te dedicas a fotografiar trail running?
«Hay tantos momentos… Los mejores momentos son los que no son la carrera en si. El antes y el después de una carrera. En verano de 2013 en Chamonix le cociné mi plato estrella: spaghetti a la carbona, a todo el team BUFF PRO TEAM. En esos momentos yo no soy fotógrafo y ellos no son corredores. Somos una familia. Pasamos muchas horas juntos».
¿Que momento borrarías?
«Ninguno. Rotundamente. Aunque reconozco que estando por ejemplo en la UTMB a las 4:00AM lloviendo, esperando a que pase el primero, piensas, ¿qué hago aquí?».

En alguna otra entrevista te quejas del uso que se hace de las imágenes en internet, ¿qué me dices?
«Sin internet no estaría donde estoy ahora. Lo que son ventajas por un lado, son también inconvenientes. La facilidad de llegar a la gente. Me gusta transmitir lo que vivo en las carreras. Es la mayor satisfacción para un fotógrafo. EL problema es que mucha gente no piensa en que detrás de una foto, hay un fotógrafo».
De nuevo una entrevista que me dice mucho de este mundo. De nuevo unas dos horas geniales compartidas con un chaval (permíteme que te defina así Jordi), que engancha nada más empezar a hablar con el. Me lo he pasado de maravilla descubriendo los secretos de la fotografía deportiva, y de los trail runners. Como el otro día en la entrevista con Reyes Estevez, me quedo con una frase de Jordi: las entrevistas ayudan a que el trail running crezca.
