Se nos ha ido de las manos… Esa es la conclusión a la que he llegado. Definitivamente estamos cada día superándonos. Hoy ha sido un entrenamiento especial, para «reconocer» el terreno por el que transcurre la RUTA DE LES X ERMITES que se celebrará el próximo día 22 de Septiembre. Solo hemos hecho la primera mitad. Unos 26 kilómetros desde Begues hasta Torrelles, con continuos desniveles, y con una ascensión más que destacable hasta San Ramon, en Sant Boi de Llobregat.
A pesar de que ayer tenía un cumpleaños (aprovecho para felicitar a mi cuñado desde aquí), y a pesar de que había dicho a mi pareja que no saldría a correr temprano hoy, precisamente por el cumpleaños, quedamos con el resto de team a las 8 horas en Torrelles, para dejar los coches «de regreso». De regreso por que salíamos desde Begues, pero como esta vez no empezábamos y acabábamos en el mismo sitio, la logística era diferente. Todos puntuales y con otros dos coches llegamos al polideportivo de Begues desde donde salimos.
Después de aproximadamente unos 4kms, llegamos a un cortafuegos que se levanta ante nosotros como si fuera una escalera mecanica en un anden del metro. Había momentos en los que incluso el GPS no reconocía ningún avance en la subida… Eso si, ha valido la pena con creces llegar hasta allí arriba. Las vistas que teníamos de prácticamente toda la costa desde creo que Castelldefels hasta Barcelona, y de todas las montañas mas bajas de alrededor. Este pico es el más alto de todo el recorrido, aunque solo subimos 100 metros en algo menos de 800 metros de recorrido. Al llegar arriba nos ha sorprendido ademas de las vistas, una chica sentada en una roca, mirando al mar como meditando… La verdad es que es un sitio ideal…

Una vez arriba tocaba bajar de nuevo. Algo más de 4,5km bajando. Pero lo mejor ha sido la primera parte de la bajada. Un descenso por rocas rojizas, como de piedra pómez, en la que teníamos que bajar ayudándonos con las manos para no despeñarnos… A medio descenso hemos cogido una riera por en medio del bosque en la que prácticamente no cabíamos de uno en uno, y en la que la maleza y los arbustos nos iban arañando los brazos y piernas.
Tras esto volvemos a subir un par de «puertos» más con su correspondiente ermita o lo que quedaba de ella. En uno de los puntos en los que nos hemos parado a tomar un respiro (y un gel), nos han llamado la atención… Ha sido buenísimo, por que en realidad no nos la estaban llamando a nosotros… Hemos llegado a un llano con una masía, unos banquitos, una pequeña explanada… con un grupo de unos 15 ciclistas haciéndose fotos. Pues parece que ademas de fotos hacían bastante ruido, y han despertado a los habitantes de la casa, que han salido a decirnos a nosotros que no llevábamos ni dos minutos (alguno no se había quitado ni la mochila), que ya llevabamos demasiado rato allí, que era una propiedad privada, y que les habíamos despertado… Casi sin mediar palabra hemos seguido nuestro camino unos metros para tomarnos esos geles un poco mas adelante.
Más subidas, más bajadas… Veíamos a lo lejos la ermita de San Ramón, la ultima de esta parte de la ruta, y tal vez la zona más dura del recorrido. Lo curioso es que la ruta nos alejaba de ella en lugar de acercarnos, hasta que por fin hemos llegado a su base en el kilómetro 19,5 aproximadamente, casi a nivel del mar, donde nos hemos tomado otro descanso y otro gel.
La subida daba miedo solo de verla. Primero un bosque en el que las rocas parecían escaleras, luego unos setos y unos arbustos (con sus cactus para darle un toque más exótico al recorrido), por donde nos hemos metido y que casi no nos permitían avanzar. Así hasta una «camino» por llamarlo de alguna manera que ya subía y subía hasta la ermita, donde estaban haciendo algún tipo de evento.
Como os decía hemos subido de 3 metros de altura a 240 metros en poco mas de 1km… Os aseguro que ha sido un kilómetro larguísimo… Mención especial a Arturo, que ha subido este tramo corriendo todo el rato como un campeón… aunque creo que luego le ha pasado algo de factura.
Si importante era el desnivel en la subida, no lo era menos en la bajada. Como costaba frenar el descenso. Las piernas ardían, y a las piernas y los tobillos casi se les podía escuchar gritando. 120 metros de bajada en 700 metros de recorrido. Ahora solo faltaban unos 5 kilómetros y aunque la mitad eran de subida no eran tan acusadas como el resto.

Ha sido muy duro. Según Ivan que ya participo el año pasado en esta carrera, hemos corrido demasiado rato. Hemos subido corriendo por sitios en los que el día de la carrera iremos andando seguro, y eso lo hemos pagado todos. Hay que decir que unos mas que otros… Yo personalmente he sudado sangre para acabar… el ritmo incluso andando era para mi demasiado rápido, lo que ha hecho que al final no pudiera prácticamente ni correr cuando bajábamos.
Como siempre un entreno positivo, por que el recorrido es muy bonito, y con los Morlacos es un pasada correr… Incluso en los momentos mas difíciles y en los que estamos mas faltos de fuerza, siempre hay algún comentario jocoso que hace mas llevadero el esfuerzo.
Desde aquí quiero pedir perdón publicamente a Jose, que ha venido totalmente ajeno a lo que le esperaba. Cuando ayer me envió un mensaje preguntando si saldríamos hoy, le contesté que si, aunque no le expliqué el plan que teníamos de hacer estos 26 kilómetros. Lo ha pasado mal, incluso diría que tanto como yo, si eso fuera posible, pero seguro que mañana estará más que satisfecho. Digo mañana por que ahora me ha enviado otro mensaje y creo que no le ha gustado mucho el entreno de hoy… 😦
Un apunte más. Correr con palos… Sinceramente todavía no lo veo claro, pero Ivan me asegura que ayudan un montón a descansar las piernas. Yo los quería estrenar hoy, pero uno de ellos no estaba en buen estado… Otro día sera. Durante mucho trozo del recorrido he ido subiendo con los palos de Ivan para acostumbrarme al braceo y al movimiento especifico. Casi me duelen mas los brazos que las piernas, pero será por la falta de costumbre… 🙂
