Que complicado es seguir con el blog en vacaciones. Teóricamente es cuando más tiempo debería tener para escribir, pero en cambio es cuando menos tiempo me queda. Y no es que me este pegando la paliza de mi vida entrenando… La verdad es que no precisamente. En fin, que hay que tirar de donde se puede para motivarse y salir a correr, salir en bici o ir a nadar a la piscina (para esto último tengo que buscar más, porque de momento no lo he conseguido y el Half de Berga está a poco más de un mes vista. ¿Os suena esta historia?).
El caso es que mirando algún video, de esos que siempre funcionan y que consiguen sacarme la lagrimita, he dado con el Ironman de Lanzarote que Valentí Sanjuan acabó en 12h55m. Joder… Sobre el papel es el tiempo que me planteo para el Ironman de Barcelona de 2015 ahora mismo… Bueno, simple casualidad supongo. Pero al grano. Lo que quiero decir es que viendo el video, te das cuenta de que en el fondo, todos tenemos la motivación dentro de nuestras cabezas y no nos damos cuenta.
Valentí por su madre y su hermana (que imagen entrando en meta juntos…). Tu porque ha nacido tu hijo y le quieres dedicar el maratón, aquel porque le ha ido bien el tratamiento de esa enfermedad tan rara y quiere celebrarlo con un reto a lo grande. En mi caso, la motivación viene en una coctelera. Y no veas lo agitada que viene. Y es que este año esta siendo realmente curioso en todos los sentidos.
Un año que se presentaba diferente a todos los demás, sobretodo al 2013. En lo laboral complicado, en lo personal movido y siempre con el recuerdo de mis padres muy presente. Mi hermana, a la que veo menos de lo que debiera, con su pareja y mi sobrina, están en la coctelera también. El recuerdo de mis padres, que seguro que si me ven, estarán alucinando. Un mensaje os quiero lanzar desde aquí: «Lo hicisteis de puta madre…». Mis amigos, sobre todo dos de ellos, que a pesar de no vernos tanto como con otros, saben que son mis mejores amigos, y yo se que pase lo que pase, si un día necesito que estén, siempre están. Mi pareja. Si, reciente, pero mi pareja. Y es que me he dado cuenta de que es muy importante que la persona que tienes al lado te entienda y comprenda porque un domingo te levantas a las 7 de la mañana para ir en bici con La Catalana o a correr con el Morlacos Team. La coctelera esta llena de gente. Morlacos Team, Club Ciclista La Catalana, iTrialetas Solidaris, Infinitri, Where is the limit?…

Mucha gente repartida por diferente equipos que hace que acabar un reto sea una fiesta. Gente que hace que sufrir muchas veces en carrera (yo he sufrido en casi todo lo que he hecho), para algunos sea de locos y ellos lo comprendan y estén en meta esperándote con una sonrisa de oreja a oreja y tan emocionados como tu. Ahora mismo me viene a la mente el Maraton del Aneto de 2013… Que recuerdo… O ORBEA Monegros de este mismo año, cuando vi a mi hermana en la meta… O el propio (y maldito) maratón…

Viendo el video de Valentí me han venido muchos recuerdos a la cabeza. Muchas imágenes aparcadas en mi cerebro esperando a salir. Imágenes incluso de carreras o pruebas que todavía no han llegado, como el Ironman de Barcelona de este año, que haré por relevos. Imágenes con la gente que quiero en meta, esperándome y seguramente llorando como yo. Eso motiva. Motiva pensar que hay alguien esperándote, que está pensando que tardas demasiado, que ya deberías haber llegado, pero que está seguro/a de que lo vas a conseguir, porque ha vivido tus entrenos, tus madrugones, y tus lesiones. El/ella más que nadie, sabe lo que significa para ti esa carrera. Y sabe que lo conseguirás. Y es que el deporte emociona. Se sufre, pero emociona. Tanto, que creo que me voy a poner las zapatillas y me voy a correr un rato…