Luciana Grandi Lourencao se hizo viral a finales del mes de mayo. Y no fue por haber conseguido la victoria en la 3ª Meia Maratona Presidente Prudente en Sao Paolo (Brasil), que se celebró el pasado 18 de mayo. Lo ha hecho por algo mucho menos deportivo… Y seguro que lo has visto en las redes sociales.

La corredora cruzaba la meta con un tiempo de 1 hora 40 minutos y 56 segundos, pero lo que ha llamado la atención de todo el mundo es lo que hizo (o mejor dicho lo que no hizo). Y es que su pareja la esperaba unos metros antes de la linea de llegada con sus hijos. Lo que no pensó su pareja es que Luciana no iba a detenerse a darle la mano a los pequeños para cruzar la meta con ellos. Ella se aparta de la trayectoria, y entra en meta gritando de euforia y dejando con un palmo de narices a los niños.

En el vídeo puede verse como la más grande se abraza al padre mientras la pequeña sigue unos metros a la madre alargando el brazo como para coger a su madre. ¿Y la madre? La madre sigue con su celebración, gritando y haciendo gestos, pero en ningún momento se gira ni a mirar a las pequeñas. ¿Egoismo? ¿Falta de empatía?

En un artículo de hace bastante tiempo me dediqué a «rajar» contra aquellos que entraban en meta con sus hijos. Ahora, siendo padre, lo veo de otra forma. Que bonito poder compartir con ellos ese momento… Luciana no lo vió así. Igual llevaba entrenando muchos meses para conseguir batir su marca, o para conseguir una victoria que no llegaba. ¿Justifica su actitud?

Hay que decir que la segunda clasificada llega sólo unos 25 segundo por detrás, lo que podría ser el motivo de no pararse a coger a los pequeños. ¿Culpa del padre por estar allí esperando? ¿Lo habían hablado antes? ¿Y qué pasa con las niñas? ¿Se les explicó lo que pasó después?

¿Qué opináis vosotros? ¿Qué hubierais hecho? ¿Cómo hubieseis actuado? Hay lecturas de todo tipo. Gente que critica al padre, gente qeu critica a la madre… Os leo en comentarios!!

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