El running está lleno de creencias populares y leyendas urbanas que, aunque suenan lógicas, no siempre son ciertas. Algunos mitos han pasado de generación en generación, como si fueran verdades absolutas, pero hoy venimos a desmontarlos. Porque no, correr no te va a dejar sin cartílago a los 40 ni necesitas hacer estiramientos de gimnasta olímpico para evitar lesiones.

1. «Correr destroza las rodillas»

Este es el clásico de los clásicos. Seguro que más de una vez alguien te ha dicho: “¡No corras tanto que te vas a quedar sin rodillas!”. Pero la ciencia dice otra cosa. De hecho, correr fortalece las articulaciones y puede ayudar a prevenir la artritis. El problema no es correr, sino hacerlo con mala técnica o con zapatillas que parecen ladrillos.

2. «Si no corres rápido, no cuenta»

No importa si vas a paso de tortuga con resaca o a ritmo de gacela en plena migración, correr es correr. No todos los entrenamientos tienen que ser a máxima velocidad. Correr despacio también tiene beneficios, como mejorar la resistencia y reducir el riesgo de lesiones. Así que tranquilo, aunque tu abuela con andador casi te pase, sigues sumando kilómetros.

3. «Correr en ayunas quema más grasa»

Sí y no. Este tiene truco… Correr en ayunas puede hacer que tu cuerpo use más grasa como fuente de energía, pero eso no significa que sea la mejor opción para todos. Si te sientes bien, adelante. Pero si a los 15 minutos ves estrellitas y te mareas, mejor desayuna algo ligero antes de salir.

Personalmente prefiero correr sin comer nada antes, pero cada uno es un mundo.

4. «Cuanto más sudas, más peso pierdes»

El sudor no es grasa derritiéndose (ojalá), es solo tu cuerpo tratando de enfriarse. Si sudas mucho, perderás agua, no kilos. Y sí, te verás más delgado por un rato, pero en cuanto bebas algo, volverás a la realidad. Así que no, ponerte bolsas de basura para correr no es la solución (además, pareces un burrito mal envuelto). Corre con la ropa adecuada. Cuando empieces a correr te olvidarás de frío.

5. «Necesitas estirar antes de correr»

Como algunos sabéis, yo soy de calentar poco… Al ritmo que voy no lo necesito… jejejeje.
Estirar en frío no solo es innecesario, sino que puede aumentar el riesgo de lesión. Lo mejor es hacer un calentamiento dinámico antes de correr y dejar los estiramientos estáticos para después. Así que deja de intentar tocarte los pies antes de correr y mejor haz unos saltos suaves o movilidad articular.

6. «Si no duele, no sirve»

Correr no debería ser sinónimo de sufrimiento constante. Un poco de fatiga es normal, pero si sientes dolor real, para. Escuchar a tu cuerpo es clave para evitar lesiones. No eres Rocky entrenando para pelear con Drago, así que no te fuerces más de la cuenta.

7. «Para correr solo necesitas unas zapatillas y listo»

Técnicamente, sí. Pero si quieres evitar lesiones y molestias, unas buenas zapatillas, ropa transpirable y hasta un reloj deportivo pueden marcar la diferencia. Y si corres en invierno, agradecerás llevar algo más que una camiseta de algodón empapada de sudor.

El running tiene muchas leyendas populares, pero no todas son ciertas. Lo importante es informarse bien, escuchar a tu cuerpo y, sobre todo, disfrutar. Así que la próxima vez que alguien te diga que correr destroza las rodillas, respóndele con datos… o simplemente corre más rápido y déjalo atrás. ¡A seguir sumando kilómetros!