Con los meses que hace que no publico nada en el blog, he pensado que ya toca empezar de nuevo, y que mejor forma que con una pequeña de errores que tienes que evitar cuando empieces a correr (cosa que tengo que hacer en un momento u otro…)

Si has decidido empezar a correr, ¡Felicidades! Te has unido a un club donde sudar es la norma y quejarse de las agujetas es parte del ritual. Pero ojo, porque hay ciertos errores que casi todos cometemos al principio y que pueden hacer que termines odiando el running antes de empezar a disfrutarlo. Aquí te contamos los fallos más típicos y cómo evitarlos para que no te pase lo que a muchos: gastar un dineral en zapas y usarlas solo para ir al Mercadona.

1. Salir demasiado rápido y morir en el intento
El entusiasmo es bueno, pero empezar a correr como si estuvieras escapando de un apocalipsis zombie solo hará que termines con los pulmones pidiendo el cambio a los cinco minutos. Empieza despacio, busca tu ritmo y recuerda que correr es un maratón (bueno, todavía no… todo llegará…), no una carrera de 100 metros.

Los que saben dicen que el ritmo ideal es ese que te permita ir manteniendo una conversación sin problema. Así que ya sabes: sal con alguien o habla solo para saber si llevas el ritmo que toca.

2. No calentar ni estirar (porque “eso es para pros”)
Este yo no debería darlo. Como dice el refrán, «consejos vendo, pero para mí no tengo». Y es que yo no estiro nunca al acabar una sesión de entreno.

Saltar directamente del sofá a correr puede parecer eficiente, pero tu cuerpo no va a estar de acuerdo. Un buen calentamiento evita lesiones y un estiramiento posterior ayuda a que no camines como robot al día siguiente. No hace falta hacer yoga avanzado, pero mover un poco las piernas antes y después no está de más.

3. Usar las zapatillas equivocadas
Si piensas que todas las zapas son iguales, te espera una sorpresa (y no de las buenas). Correr con calzado inadecuado puede hacer que tus rodillas y tobillos te odien. Visita una tienda especializada, deja que te aconsejen y olvídate de correr con esas viejas bambas de hace 10 años que usabas para hacer gimnasia en el instituto. No hace falta dejarse la nómina en unas zapas, pero es una inversión que vale la pena hacer.

4. No hidratarse bien (pero querer beberse el mundo después de correr)
Otro punto importante. Correr deshidratado es como intentar llevar un coche sin gasolina: simplemente no funciona bien. Bebe agua antes y después de correr, pero sin pasarte. Y no, tomarte medio litro de refresco después no cuenta como hidratación.

Durante el entreno bebe a sorbos pequeños. Ahora existen mini botellas de plástico blando que puedes llevar en la mano o en un cinturon de hidratación (que puedes aprovechar para llevar las llaves y el móvil).

5. Compararte con los demás
En redes sociales parece que todo el mundo corre maratones en menos de 3 horas y tú apenas puedes hacer 3 kilómetros sin pensar morirte… No caigas en la trampa de compararte. Cada corredor tiene su proceso, así que concéntrate en mejorar tu propio tiempo y disfruta del viaje.

Eso no quita que compartir tus entrenos te ayude a sunmar motivación extra a tu marcador. Sobre todo si corres con un grupo de gente y podeis ir «jugando» entre vosotros.

6. No seguir un plan de entrenamiento
Salir a correr sin rumbo fijo puede estar bien al principio, pero si quieres mejorar y evitar lesiones, es buena idea seguir un plan. No necesitas un entrenador personal, hay muchas aplicaciones y programas gratuitos que te guían paso a paso.

En internet hay mil planes de entrenamiento en función de la distancia que quieras correr. Como consejo, empieza por abajo. Ponte el reto de una carrera de 10kms. Pero no tengas prisa. Prepárala con tiempo y disfruta del camino.

7. Ignorar las señales de tu cuerpo
Si sientes un dolor extraño, escúchalo. No, correr con molestias no significa que “te estás haciendo más fuerte”, significa que podrías estar a punto de lesionarte. Descansa cuando sea necesario y dale tiempo a tu cuerpo para recuperarse.

El flato por ejemplo, puede ser síntoma de ir a un ritmo que no toca. Dolor en la parte interior de las rodillas de que esas zapas no te van bien, y así un largo etc…

En resumen, disfruta y aprende!! Salir a correr es una de las actividades más gratificantes que puedes hacer, pero como todo en la vida, tiene su curva de aprendizaje. Evita estos errores, ten paciencia y, sobre todo, diviértete. Al final del día, lo importante no es cuántos kilómetros hagas, sino que disfrutes el proceso (y si de paso puedes presumirlo en redes, pues mejor). ¡A correr se ha dicho!

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

FRASE DE LA SEMANA

«Tu tranquilo, que yo te espero…»